En el año que está por comenzar, la Argentina deberá consolidar sus logros en el comercio exterior (vinculados exclusivamente con la conquista de nuevos mercados y a la incipiente diversificación de su oferta) y quitar de forma definitiva las trabas a sus exportaciones e importaciones, relacionadas con la falta de crédito e inversiones y políticas distorsivas. Las ventas externas cierran 2003 con un incremento del 14% (centrado en gran medida en las ventas de soja, petróleo y sus derivados) y la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) estima que en 2004 crecerán entre un 5 y un 10 por ciento.
Según el presidente de la CERA, Enrique Mantilla, se espera que la soja experimente una nueva suba al tiempo que el petróleo seguirá con un buen precio en los mercados externos, pero, como contrapartida, se está dando un aumento de los fletes marítimos y el Congreso aprobó la prórroga de la inclusión de los reintegros de las exportaciones de valor agregado en el pago del impuesto a las ganancias, objetada por los exportadores.
Mantilla señaló que, si bien la recuperación de la economía brasileña será clave en el aumento de las exportaciones en 2004, todavía "no está muy clara cuál será la realidad de este mercado. Brasil va a crecer a un 3% pero aún no se sabe cuál será la política de sustitución de importaciones y cómo repercutirá en la Argentina".
Por otra parte, se espera un crecimiento del 5% en el PBI argentino para 2004 cuando la mayoría de los sectores industriales ya está utilizando su capacidad a tope. "Hoy existen tres sectores con capacidad ociosa que son las automotrices, la industria metalmecánica y la de neumáticos. Si el Gobierno no toma medidas, todos los demás sectores van a llegar a un punto en el que van a tener un problema de oferta en un contexto de crecimiento del 5% del PBI", puntualizó.
En términos absolutos, el despunte exportador renovó fuertemente el abastecimiento externo, que creció más de 48% en 2003. "Las importaciones argentinas van a seguir creciendo el año próximo, sobre todo las ligadas a la producción. Lo racional sería que suban las compras de bienes de capital e insumos intermedios más que los bienes de consumo, siempre que se mantenga un tipo de cambio alto", señaló el presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Diego Pérez Santisteban.
"La Argentina crecerá este año un 8% y estoy seguro que crecerá otro tanto el año que viene, y las importaciones se incrementarán en no menos de un 15 a 20%. Si terminamos 2003 con compras por US$ 13.500 millones, en 2004 tendremos un volumen de US$ 18.000 millones", agregó. Sin embargo, "seguiremos con un equilibrio muy inestable en cuanto a desbalance comercial", destacó Pérez Santisteban.
Política consolidada
Para el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Martín Redrado, "en 2003 se consolidó la nueva política comercial externa de negociaciones simultáneas con el Mercosur, Unión Europea (UE), ALCA, Estados Unidos, México, Chile, Sudáfrica, India y China, entre otros, mercados que absorben el 85% de nuestras compras y son el 54% del PBI mundial. Como resultado de esto, las exportaciones crecieron más en donde se negoció con intensidad: 11% en la UE, 18% en Estados Unidos, más de 100% en China, 16% en Chile y 67% en el sudeste asiático", explicó Redrado.
El funcionario destacó "la buena inserción que diversas industrias con alto valor agregado -autopartes, químicos, siderurgia, vehículos, medicamentos- verificaron en mercados altamente competitivos como Reino Unido, Italia, Japón, Estados Unidos, Canadá, Australia, Alemania, Países Bajos y Sudáfrica".
Redrado citó como ejemplo el sector automotor: "Los acuerdos comerciales celebrados con México y Chile en los últimos meses permitieron incrementar un 29% las ventas de automotores al mercado mexicano y un 47% las destinadas al país trasandino. La industria dispone hoy de un nuevo mercado de US$ 400 millones que compensa la caída en las exportaciones al Mercosur".
En 2004 se profundizará "la relación argentina con el ALCA y con la Unión Europea e incorporaremos como eje estratégico de nuestro comercio el polo Asia Pacífico, un mercado de 2700 millones de potenciales consumidores, hasta el momento casi inexplorado para nuestras exportaciones", añadió.
"Hay sectores que mostraron una impresionante dinámica exportadora, como el software, la moda y el diseño y la biotecnología. Aunque es cierto que este fenómeno es incipiente, en 2004 incentivaremos estas exportaciones no tradicionales junto al desarrollo de cadenas de valor", amplió Redrado, y añadió que "las tareas de promoción comercial se concentrarán en 25 mercados prioritarios".
Al respecto, el director de la Fundación ExportAr, Marcelo Elizondo, sostuvo que "el año próximo avanzaremos en tres líneas de trabajo específicas: mejorar la información comercial que le brindamos a las empresas, realizar más viajes de negocios bien segmentados y tratar de desarrollar mercados que hasta ahora no estuvieron bien atendidos, sobre todo los asiáticos mediante la participación en ferias y viajes de negocios".
"Estamos a un paso de cerrar un acuerdo con el BID para promoción comercial, y esperamos contar con más aportes del sector privado", concluyó.
Cifras claves
US$ 3009 millones
Es la diferencia entre el total exportado este año respecto de 2002.
US$ 18.000 millones
Sería el total importado en 2004, US$ 4500 millones más que en 2003.
US$ 13.577 millones
Es el saldo de la balanza comercial en los primeros 10 meses de 2003.
US$ 10.984 millones
Fue el total de exportaciones de soja y derivados en 2003.
Todavía se mantiene el sesgo antiexportador
El presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Enrique Mantilla, sostuvo que todavía se mantiene un "sesgo antiexportador" que desalienta las inversiones en sectores productivos y exportadores, lo que provoca que se siga centrando excesivamente el repunte exportador en los commodities.
Así lo evidencian las retenciones ("producen desvíos de inversión en sectores industriales a Brasil, donde no se pagan", comentó Mantilla), la aplicación del impuesto a las ganancias en los reintegros y el control de cambios que complica el financiamiento exportador al impedir asegurar el repago de créditos en moneda fuerte, dada la obligación de liquidar las divisas ingresadas por exportaciones. "Para exportar, es más importante la inversión y el financiamiento que el tipo de cambio", destacó el ejecutivo.
Otro aspecto que suele provocar incertidumbre entre los exportadores son los plazos de devolución del IVA. Ahora se está dando una mayor regularización y se paga a 45 días, pero los exportadores esperan que se "llegue a 15 días, como dice la ley", expresó Mantilla. De todos modos, recordó que la mejora en la devolución del tributo surge luego de "sacrificios importantes y quitas fenomenales" como las provocadas por la pesificación del factor de convergencia dolarizado que el Gobierno adeudaba al sector exportador desde la salida del uno a uno.
Fuente Diario La Nación