Perú se convirtió en el séptimo Estado miembro del Mercosur. Esta incorporación, que será anunciada oficialmente hoy en la cumbre de presidentes y ministros en Montevideo, sube el voltaje del bloque, tanto en lo económico como en fuerza negociadora frente al mundo. Al subirse al carro del bloque, como Estado asociado, en las mismas condiciones que Chile y Bolivia, Perú tendrá allanado el acceso al principal mercado regional (fuera del NAFTA que une Estados Unidos, Canadá y México). Por ser asociado, el país puede celebrar acuerdos bilaterales de libre comercio con quien le convenga, por ejemplo, Estados Unidos. Pero estará obligado a extender al Mercosur las preferencias comerciales que dé a terceros países.
La integración de Perú representa un cambio táctico en la estrategia de las dos principales economías sudamericanas, Argentina y Brasil, de atraer nuevos socios al bloque. Sin abandonar la idea de integración de América del Sur, se trata de una conquista paso a paso. Quién se incorpora al bloque crea lazos económicos, pero también políticos con sus socios.
Según un comunicado difundido por el gobierno peruano, influyó en esta incorporación la "actitud positiva de Brasil y las excelentes relaciones con este país". Para el gobierno brasileño, la incorporación peruana implica ganar espacios y poder frente a EE.UU., especialmente para las negociaciones que se avecinan del ALCA. Con Perú dentro del bloque, el segundo gran anuncio de esta cumbre presidencial será la institucionalización: se formalizan las funciones de Eduardo Duhalde como presidente de la representación permanente del Mercosur. Según dijo el canciller Rafael Bielsa "es uno de los grandes hechos de esta cumbre en Montevideo".
En esta cumbre habrá un tercer elemento en juego: un plan sobre los nuevos objetivos del bloque hasta el 1 de enero de 2006.
Para esa fecha, debería haber un espacio económico integrado entre los cuatro fundadores: Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Eso significa que dejarán de existir las aduanas para el comercio de bienes. Hoy existe un arancel común hacia el resto del mundo y arancel cero para el comercio interno. Pero en las fronteras es controlado físicamente el acceso de productos.
El proyecto del 2006 incluye la liberación de servicios. Van desde prestaciones profesionales (por ejemplo, ingeniería) hasta los servicios financieros y bancarios. Para esa fecha, el plan prevé avances en la coordinación de las políticas macroeconómicas, algo que se propuso hace tiempo pero jamás se logró. Sobre la liberación de los servicios , Bielsa comentó: "Ratificamos esta iniciativa". Pero el canciller señaló que es preciso definir claramente cuáles son los servicios que entrarán en esa liberación. De hecho, ya hay una oferta que se hará a Estados Unidos, en las rondas bilaterales que se inician en febrero próximo. Es obvio, entonces, que esa liberación deberá regir antes en el Mercosur y, probablemente, deberá ser más amplia que la acordada con los norteamericanos dentro del ALCA.
Fuente Diario Clarín