El Consorcio Exportador de Muebles, Madera y Accesorios de General San Martín (Coemma), radicado en el Gran Buenos Aires, se está preparando para exportar el año que viene a Estados Unidos dos contenedores por mes; uno con diez tipos de muebles distintos y otro, sólo con puertas. Las fortalezas que el grupo exhibe en los mercados externos es fruto del trabajo en conjunto de los distintos actores sociales de San Martín, que logró traspasar las fronteras de las fábricas, del partido, llegar hasta Italia y encontrar un padrino. Así, gran parte de la capacitación que recibieron los jóvenes diseñadores de San Martín, que hoy están trabajando en adecuar los productos a la demanda del mercado norteamericano, surgió del acuerdo que el Municipio firmó con la provincia de Pordenone. Al igual que varias misiones y viajes de negocios de los empresarios.
En otro rincón de la provincia, en Chascomús, el proyecto para importar el modelo japonés de producción de pejerrey se está desarrollando con los recursos del Instituto Tecnológico Chascomús y de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA). Estos son sólo dos ejemplos que ilustran los resultados que se pueden obtener de la transferencia de recursos humanos y/o financieros que plantea la cooperación internacional.
Difundida como una herramienta que permite apuntalar estrategias de desarrollo, son varios los protagonistas y los caminos para acceder a estos recursos del exterior, que se pueden utilizar para mejorar la competitividad de una región, un municipio, o una empresa.
En nuestro país, la Dirección General de Cooperación de la Cancillería es el organismo encargado de llevar adelante la política exterior en esta materia y su función es articular la oferta internacional de recursos con las necesidades de los estados nacional, provincial, municipal, las universidades y los organismos no gubernamentales (ONGs).
Durante la década del 90, a raíz de de sus indicadores macroeconómicos, nuestro país dejó de calificar para muchos programas de cooperación pero, últimamente, y teniendo en cuenta la actual situación socioeconómica, la Cancillería se dedicó a explicarle a la comunidad internacional, a los países donantes y a distintos organismos su nueva realidad, logrando una recalificación del país que abrió otro panorama.
"Con la recalificación se multiplicaron las oportunidades ya que no sólo está la oferta de los países, sino también la de las ONGs del exterior que ofrecen recursos a otras organizaciones", comentó la representante especial para Asuntos de Cooperación Internacional de la Cancillería, Ana Cafiero, quien además destacó que la Argentina tiene una condición dual: no sólo es receptora sino que también brinda cooperación técnica por medio del programa Fondo Argentino de Cooperación Técnica mediante el cual ya ha enviado a más de 3500 expertos, principalmente a América latina y el Caribe.
Según datos de Cancillería, nuestro país recibió en 2002 y 2003, en cooperación técnica, científica y tecnológica bilateral, alrededor de US$ 168,3 millones de Italia; US$ 126,4 millones de España; US$ 3,6 millones de Alemania, y 18 millones de dólares de Japón.
Al referirse a las últimas tratativas, Cafiero comentó que el 27 de noviembre se celebró la VI Reunión de la Comisión Mixta Hispano-Argentina de Cooperación, que estaba pendiente desde 1999, en la que se confirmó el compromiso de afianzar las relaciones bilaterales y se acordó trabajar en temas como necesidades sociales básicas, infraestructura, microcréditos y desarrollo institucional, entre otros. También durante ese mes se hizo en Chile la II Reunión de Comisión Mixta de Cooperación Técnica Bilateral entre los gobiernos de la Argentina y del país trasandino, de la cual surgieron los temas de los programas para 2004 y 2005 que incluyen, entre otros, seguridad, educación, tecnología, recursos hídricos, turismo y seguridad agroalimentaria.
Especificaciones
La cooperación puede darse de manera multilateral (con los organismos del sistema de la Organización de Naciones Unidas) o bilateral (convenios entre países o regiones) y está dirigida a la contratación de expertos, actividades de capacitación, recursos para infraestructura y cooperación científico-tecnológica. La investigadora Marcela Petrantonio, integrante del Instituto de Investigaciones y Desarrollo de Proyectos Regionales, comentó que a partir de los 90 se registra un cambio en la implementación de esta herramienta ya que se comienza a plantear una cooperación descentralizada en la que los actores principales son los gobiernos locales.
"La globalización definió un nuevo escenario donde las ciudades debieron buscar su nuevo lugar. Así, lo regional y lo local es un factor clave que contribuye a los grandes objetivos nacionales: crecimiento económico, empleo, competitividad y disminución de la pobreza", señaló a la vez que subrayó que para poder utilizarla se necesita desarrollar una fuerte alianza estratégica entre todos los actores sociales (gobierno, ONGs, cámaras empresarias, universidades, etcétera) para abordar los problemas de las ciudades y así lograr una mayor captación.
También advirtió que esta herramienta de gestión no está difundida entre los gobiernos locales y menos aún se conoce cómo implementarla. "Una de las condiciones para que un municipio u organismo pueda acceder a estos recursos externos es contar con un proyecto. En general, existen infinitas demandas de cooperación, pero no están expresadas en términos de proyectos; sólo son una abultada lista de necesidades", sostuvo.
El director ejecutivo de la Fundación Grupo Innova, Nicolás Fernández Arroyo, coincide en la necesidad de aprender a elaborar proyectos: "Hay que transformar el problema que se tiene a nivel local en un proyecto de petición de fondos y cumplir con cada uno de los requisitos que plantean los organismos", explicó.
En referencia a las agencias de cooperación opinó que "hay agencias muy interesantes sobretodo de España, Italia y Japón. "En España, por ejemplo, existe un sistema descentralizado donde cada ayuntamiento (provincia) tiene un porcentaje de su presupuesto destinado a cooperación y la mayoría está enfocada hacia América latina, y en especial hacia nuestro país por los lazos que hay con la Argentina.
Los especialistas coinciden en que las oportunidades de acceder a nuevos recursos están, solo demanda buscar la información, capacitarse y trabajar con seriedad.
Recomendaciones para diseñar los proyectos
Uno de los requisitos indispensables cuando se quieren solicitar recursos humanos, técnicos o financieros a alguna entidad del exterior es hacerlo mediante un proyecto de cooperación internacional en el que se plantea la situación actual de un país, municipio o comunidad, y la situación a la que se quiere llegar, luego de la aplicación del proyecto.
De acuerdo con la opinión de los expertos, éste es uno de los pasos más difíciles de encarar para los gobiernos locales y los organismos porque, por lo general, no cuentan con la capacitación técnica ni la información para poder llevarlo a cabo.
Según los especialistas de la Fundación Grupo Innova, hay algunos aspectos indispensables por tener en cuenta a la hora de elaborar un proyecto, y son los siguientes:
- Descripción: contar el problema que se abordará.
- Beneficiarios: debe considerarse a la población que se beneficiará tanto directa como indirectamente. Debe ser un dato cuantitativo y especificar el perfil de los beneficiarios.
- Descripción del objetivo general: es la situación que se desea obtener una vez transcurrido el período de duración del proyecto.
- Descripción de objetivos específicos: son las metas que pretenden modificar alguna parte de la realidad a través del impacto del proyecto.
- Resultados: son los logros de los objetivos específicos.
- Actividades: son las acciones que se deben llevar a cabo para que se alcancen los resultados previstos. Cada actividad requiere insumos, y acciones tendientes a producir dichos resultados.
- Insumos: son los recursos necesarios para realizar las actividades. Incluyen recursos financieros, materiales y capacitación, entre otros. Deben tenerse en cuenta tanto los insumos provistos por la cooperación como los que aporta la contraparte nacional y ambos deben estar claramente determinados. Se consideran insumos al personal, el equipamiento, las misiones, la capacitación y las misceláneas (impresión de informes, publicaciones, papelería y otros gastos).
- Presupuesto: debe ser lo más detallado y preciso posible. Debe haber una columna para el precio unitario y otra para el precio mensual, bimestral o anual, según corresponda.
- Cronograma de actividades: debe realizarse en base a una tabla en la que aparezcan los resultados y sus correspondientes tareas.
- Marco institucional: plantea la forma de ejecución del proyecto, las relaciones con instituciones u organismos, y también la vinculación con otros proyectos. Descripción del mecanismo de gerencia y la capacidad técnica de la contraparte, entre otros puntos. Más información: www.grupoinnova.org.ar . Teléfono: 4312-4765.
Por Sandra Califano
Fuente Diario La Nación