Durante los primeros ocho meses de 2003 las exportaciones de Argentina tuvieron un crecimiento espectacular respecto del mismo período de 2002: un 16 por ciento. A este ritmo, las ventas alcanzarán una cifra muy cercana a los US$ 30.000 millones, unos US$ 4000 millones más que el año último. Si durante los próximos siete años se mantuvieran aumentos similares, nuestras ventas al exterior se duplicarían. Llegarían al nivel necesario para lograr un crecimiento económico que asegure el pleno empleo y la disminución de la pobreza. Pero esto no parece probable.
La razón es que estos incrementos están basados en materias primas como granos y sus subproductos, cuyas mayores ventas se deben a mayores volúmenes, pero en mucho mayor medida a precios más elevados.
Otros productos primarios cuyas exportaciones están creciendo son los combustibles, pero se debe a los precios, pues los volúmenes han sido algo inferiores a los de 2002. Así, la estructura de las exportaciones continúa siendo frágil, ya que depende de la evolución de los precios internacionales de los granos y el petróleo.
Sólo podrá superarse esta debilidad con una oferta más diversificada que incluya manufacturas y servicios.
Avances
Hubo algunos avances en productos regionales, sobre todo en maderas, vinos y preparados de legumbres, hortalizas y frutas. En lo que hace a las manufacturas de origen industrial (MOI), la evolución fue decepcionante, pues cayó un 3% respecto de 2002. Estas ventas se vieron afectadas por menores exportaciones a Brasil.
Por ello, si se dejan de lado estas exportaciones, puede verse que las dirigidas a los demás países del mundo crecieron un 4 por ciento. Las estadísticas muestran que hubo un sensible incremento de las exportaciones de metales comunes y sus manufacturas, productos químicos y material de transporte.
No obstante, las exportaciones de estos productos a Brasil cayeron en su participación del total del 43% en los primeros ocho meses de 2002 al 27% en el mismo período de 2003.
En tanto, las destinadas al Nafta subieron del 16% al 25% y las exportadas al resto de los países pasaron del 41 por ciento al 48 por ciento. Es indispensable diversificar las exportaciones y, si bien las cifras de la primera parte de 2003 muestran que algo de esto está sucediendo, hay un largo camino para recorrer.
Son varios los factores que influyen negativamente, pero es prioritario afirmar la seguridad jurídica, pues en su ausencia no habrá inversiones ni locales ni extranjeras, ni cambios en el sector externo.
Por Elvio Baldinelli,
Director del Instituto para el Desarrollo Sectorial de las Exportaciones Argentinas de la Fundación BankBoston
Fuente Diario La Nación