Las provincias argentinas tuvieron en 2002, y buena parte de 2003, una significativa mejora en los números de sus economías debido al importante crecimiento de las exportaciones de un significativo número de productos, por la recuperación de la competitividad merced a un tipo de cambio favorable para la Argentina. Sin embargo, este crecimiento encuentra amenazada su sustentabilidad en tanto y en cuanto la mayoría de los productos exportados son de bajo valor agregado. , lo que representaría un retorno al viejo modelo de país exportador de materias primas e importador de productos terminados.
Así concluyó el Centro de Estudios Bonaerenses (CEB) en un análisis, en el que subrayó que independientemente de las dinámicas particulares en el nivel de ventas externas de cada provincia, se evidenció un claro proceso de primarización de las exportaciones.
Además, más de la mitad de las provincias tienen estructuras exportadoras especializadas, y la mayoría de ellas en productos de bajo valor agregado.
Ranking
En ese sentido, 14 de las 24 jurisdicciones concentran más del 50 por ciento de sus exportaciones en productos primarios y combustibles, mientras que en 6 de ellas la concentración supera el 90 por ciento.
Esto sucede en Santiago del Estero, La Pampa, Catamarca, Tierra del Fuego, Formosa y Neuquén. En el caso de Catamarca, provincia de mejor performance en 2002, su crecimiento estuvo explicado por la expansión del sector minero, que en los últimos años fue la actividad que más inversiones atrajo en la provincia.
La segunda provincia en el ranking de crecimiento en 2002 fue Santa Fe, aunque su buena performance se debió a los bienes que comercia, que en su mayoría pertenecen al complejo oleaginoso, con lo cual se han visto beneficiados por los precios externos y los buenos rindes de las cosechas.
El 38 por ciento de las exportaciones santafesinas son de harina y pellets de soja, el 20 de aceite de soja y el 7 de porotos de soja. En cuanto a Salta, el rubro más significativo es el de combustibles, que representa el 46,5 por ciento del total, por lo que depende fuertemente de los precios internacionales.
En lo que refiere a Misiones, su crecimiento estuvo basado en el aumento del 174,7 por ciento de las ventas de madera aserrada, que en el 2002 fue de 33,8 millones de dólares.
Esto significa que en la cadena productiva, se vendió al extranjero mucho más de los productos pertenecientes a los primeros eslabones, que implican menor valor agregado.
Mejora relativa
Según el análisis del CEB, la mejor situación relativa es para las regiones que poseen un bajo nivel tanto de especialización como de participación de los productos primarios, ya que, por un lado, no son tan sensibles a las variaciones de los precios internacionales de los commodities, y por otro lado, la estructura productiva que da origen a esas exportaciones agrega mayor valor a los productos.
En este grupo se encuentran San Luis, Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y La Rioja, por el bajo nivel de primarización, y Buenos Aires, San Juan, Tucumán y Córdoba por la baja especialización. La peor situación es la que enfrentan las provincias que se encuentran más concentradas y con mayor primarización en su estructura de exportaciones.
Dentro de este grupo se encuentran Catamarca, Neuquén, Tierra del Fuego, Formosa, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Santiago del Estero y La Pampa.
Estos distritos son altamente dependientes de pocos productos, de escaso valor agregado y cuyo precio es fijado internacionalmente.
Fuente Diario InfoBae