Los cuatro países socios del Mercosur trabajan contrarreloj en Montevideo para definir la oferta en materia de inversiones que realizarán a los países del continente y que quieren completar antes de llegar a la minicumbre del ALCA a la que los convocó a participar los Estados Unidos. Así, el bloque sudamericano busca llegar con “los deberes hechos” al encuentro del que participarán sólo 14 de los 34 países que negocian el ALCA. Además, en Montevideo, los cuatros socios del Mercosur deberán consensuar la mejora de la oferta de desgravaciones arancelarias de bienes, para presentarla al resto de los socios del ALCA entre el 10 y el 11 de noviembre próximos.
Si bien hasta hace unos días parecía difícil que los cuatro países coincidieran en una oferta única de inversiones, la decisión política de que la Argentina y Brasil presentarán el paper estaba tomada, por lo cual al menos la propuesta de los dos socios mayoritarios del Mercosur llegaría a tiempo.
La presentación que especifica el tratamiento que les dará el Mercosur a los inversores del resto del continente, en el marco del ALCA, apunta a mostrar ante los EE.UU. el interés del bloque sudamericano en negociar el acuerdo continental.
Pese a que la presentación de las ofertas será un gesto conciliador hacia los EE.UU., la Argentina y Brasil mantendrán la posición que los enfrenta con la principal economía del mundo y que se basa en el formato de la negociación.
A negociar
Como la oferta de servicios, la de inversiones será diferenciada por bloques o países. Es decir, se propondrá una apertura “mínima” para los EE.UU. y Canadá, mientras que para los países en desarrollo se presentarán paquetes más atractivos.
Ese formato de negociación no es aceptado por los EE.UU., que quiere una oferta común para todo el continente de servicios e inversiones, pese a que en materia de bienes la presentación norteamericana discriminó entre CAN, países del Caribe, NAFTA y Mercosur, otorgando el menor nivel de apertura al bloque que encabezan la Argentina y Brasil.
Las dos posturas se medirán en la próxima reunión de Washington, previa a la cumbre ministerial de Miami.
Si en ese encuentro del que participarán los países líderes del continente (incluidos la Argentina y Brasil, representadas por sus cancilleres Rafael Bielsa y Celso Amorim) no se logra consensuar una posición intermedia, la reunión de Miami comenzará “renga”, según admitió uno de los principales negociadores locales.
Por Cecilia Boufflet
Fuente Diario InfoBae