Si uno pregunta en Europa: ¿conoce algún producto argentino? la respuesta seguramente será churrasco. Aunque la Argentina se caracteriza por ser uno de los mayores exportadores de carnes de primera calidad, las empresas locales también ofrecen otros productos a los mercados de la Unión Europea (UE). De todos modos, la diversidad podría ampliarse si la oferta aumentara. El europeo necesita más productos y está dispuesto a que lleguen desde la Argentina porque reconoce que la producción local responde a sus necesidades.
Así lo expresó el alemán Klaus Rother, profesor de la cátedra de exportación en la Universidad de Ciencias Aplicadas Fachhochschule de Münster, visitó Rosario invitado por la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (Ucel) y la Cámara de Exportadores de Rosario para hablar sobre las posibilidades que tiene el país de generar divisas exportando hacia la UE.
El catedrático sostiene que el Viejo Continente es una "muy buena" oportunidad para Argentina.
Rother basa su aseveración en que la UE importa un 35 por ciento de todas las importaciones del mundo, razón por la cual los productos argentinos deben aprovechar esta interesante situación a su favor.
Según el catedrático, el número de exportaciones de Argentina hacia Europa podría ser superior al actual si las empresas locales estuvieran presentes al otro lado del océano.
Al respecto explicó que el consumidor europeo no se preocupa porque el producto sea nacional o extranjero y está dispuesto a pagar más por mejor calidad. Por eso sostiene que la Argentina debería entrar en este segmento y ofrecer una calidad excelente.
La UE tiene 385 millones de habitantes y a partir del 2004 cuando se incorporen los países del Este pasarán a ser 450 millones. Para Rother, se trata de un mercado más que interesante y al cual se puede ingresar fundamentalmente porque el consumidor gasta su dinero.
Por caso, Alemania es uno de los mayores exportadores de automóviles pero también importa, en su mayoría compra materia prima pero también productos elaborados como zapatos, carteras, comestibles.
No obstante, reconoce que algunos productos no se comprarían porque contienen componentes propios de la cultura argentina.
Una de las prioridades para el empresario local debe ser buscar clientes y no sólo de materias primas sino de productos con valor agregado. Para lograr esta meta deben ampliarse los canales de distribución para cada ramo.
La competitividad
Otro punto a tener en cuenta -según Rother- es el precio. Argentina no puede vender más caro que sus competidores porque si no sería difícil que entre al mercado.
Aunque el costo de la mano de obra beneficie a los productos locales frente a Europa o Estados Unidos, para obtener un precio mayor debe darse una producción ecológica, hecha a mano y artesanal. Como hoy en día todo se hace a máquina, el consumidor europeo valoriza estas caracteríticas y está dispuesto a pagar más por ellasEl catedrático recomendó a las empresas argentinas. En primer lugar aclaró que deberían tener interés por exportar y deberían buscar contactos.
Fuente Diario La Capital de Rosario