Los envíos alcanzan los u$s11 M, 10% de la producción. Los empresarios náuticos locales observan con mayor optimismo su desempeño actual.
Lejos del desarrollo de la década del ’90, los empresarios náuticos locales observan con mayor optimismo su desempeño actual, apostando a una recuperación paulatina gracias a la aceptación de embarcaciones made in Argentina en el exterior.
En el período predevaluación, el negocio de los astilleros movilizaba en el país unos u$s100 M. “Tanto el 2001 como 2002 fueron muy difíciles para la industria. Si bien con la devaluación mejoraron las perspectivas exportadoras, aún estamos lejos del comportamiento de los ’90”, afirmó a Infobae Miguel Mooney, quien asumió recientemente la presidencia de la Cámara Argentina de Constructores de Embarcaciones (CACEL), en el marco del 14º Salón Náutico.
En el país, existen unos 50 astilleros que fabrican botes de goma, lanchas, cruceros, veleros, barcos de trabajo y de turismo y pesqueros chicos. Son Pyme que emplean aproximadamente a unas 2.500 personas en forma directa y una proporción similar en forma indirecta. “La industria es competitiva a nivel mundial no sólo por la excelente calidad de los productos, sino también por los menores costos”, esas son las claves que Mooney menciona a la hora de justificar el comportamiento de las exportaciones. Se estima que los envíos alcanzan los u$s11 M, aproximadamente 10% de la producción total, y los mercados más receptivos son los EE.UU., Dubai, España, Francia, Brasil y Uruguay.
Con 117.000 embarcaciones registradas, el parque náutico argentino se compone en 35% de lanchas, 34% de botes a motor, 10% veleros, 6% de yates a motor, 6% botes a remo, 5% canoas a motor y 4% motos de agua. Y el recambio de unidades usadas es lo que le da movimiento al sector.
Para Mooney, la tranquilidad del dólar está generando confianza entre los inversores y astilleros, que vuelven a competir en el mercado. No obstante, para el directivo, existen algunos obstáculos que impiden un mejor repunte del sector, como “la falta de financiación y el castigo del 5% a las exportaciones”, dijo.
Una de las iniciativas más exitosas de la industria es Pro Yatch, de la Universidad de Quilmes. El proyecto que gestionan estudiantes y profesores y que se inició con una inversión de u$s45 mil, ya exportó unas 12 embarcaciones a Barcelona, Málaga, Uruguay, Italia y Guatemala.
Con mejores perspectivas en la construcción y la demanda, el foco para mejorar los costos de la industria ahora está puesto en la sustitución de los insumos importados.
Por Alicia Ryzewski
Fuente Diario InfoBae