La embajadora de Irlanda, Paula Slattery, explicó los cambios estructurales que permitieron despegar a su país y como un pueblo netamente ganadero pasó de ser un pobre territorio europeo a uno de los países globalizados de Europa.
Lo cierto es que la República de Irlanda, que tiene como contracara el conflicto social y político en el territorio compartido con Irlanda del Norte, el Ulster, tiene 3,5 millones de habitantes con un ingreso per cápita de cerca de u$s 24.000 dólares anueales. Sin embargo, y en el marco de una lenta recuperación económica mundial, el PBI creció en alrededor de 4,5% durante 2002, cifra menor a lo habitual en Europa aunque elevada para los parámetros latinoamericanos y a su vez alta respecto a la economía global, que llegó a 1,7%.
La embajadora de la República de Irlanda en Argentina, Paula Slattery, explicó los cambios estructurales que hicieron de esa economía agrícola se globalizara y la decisión política de apostar a la evolución de la economía europea y global lo que produjo cambios en la carga tributaria, la flexibilidad laboral y la reducción del tamaño del Estado a través de privatizaciones y reducción de gasto publico.
- ¿Cuales son los cambios que produjo la República en este tiempo?
- Los cambios fueron paulatinos y llevaron cerca de 40 años, pero básicamente se basó en la educación. En los 60 se hizo obligatoria la secundaria y se amplio la terciaria, en los 90 el 85% de los jóvenes terminan el ciclo secundario y la mitad pasan al nivel superior. Además de eficientizar la administración.
- ¿Como se acomodó lo político en los cambios?.
- Nuestras relaciones con Inglaterra y la administración de Irlanda del Norte se fueron mejorando en paralelo con el desarrollo. Sin esfuerzos no se podría haber solucionado y la inversión extranjera no se hubiera interesado en radicarse en la República. El desafío nuestro de hacer un país en serio demostró a Belfast que podíamos hacerlo.
- ¿Y en lo económico?
- También hubo un cambio fundamental, que fue abrir el mercado, somos un país muy chico, y el mercado nacional es reducido. En los 70 pasamos al mercado libre y fomentamos la inversión extranjera. Actualmente el nivel de intercambio es muy fuerte y se exportó el 85% de nuestra producción.
- ¿Que sectores ofrecen los productos exportables?.
- Los productos favorecidos son la industria química, farmaceútica y equipos de computación, ademas de la carne y los lácteos, nuestros productos tradicionales.
- ¿Como se llegó a la decisión de cambiar la leche por las computadoras?
- En los años 80 el análisis del mercado europeo y mundial indicaba que los segmentos que más crecían era la industria farmaceútica y el informático, así que fue una decisión estratégica que tomo el gobierno, no dejar de apoyar los sectores tradicionales, pero darle prioridad uno a los que serían líderes. Una muestra son las empresas que se afincaron como Hewlett Packard, Intel y Digital.
- ¿Cuanto jugó en este desarrollo el pertenecer a la Unión Europea?
- Para comenzar se nos abrió un mercado de 160 millones de habitantes, a esto se le sumaron créditos en los 90 para infraestructura y capacitación. Además se abrió el mundo a nuestros productos, asumimos el euro como moneda y tenemos un gran inversor, los Estados Unidos, hacia donde exportamos el 16% de lo que hacemos, además de inversiones de Asia.
- ¿De que forma atrajeron esas inversiones?.
- Por medio de promociones y una política impositiva acorde al plan. Las ventajas fueron la liberación del impuesto sobre ganancias del producto exportado, eso ocurrió hasta los 80. Además todas las empresas tienen un impuesto sobre producción del 12% y del 25% sobre la inversión pasiva.
Por Claudio Berón
Fuente: Diario La Capital de Rosario