Luego de una temporada complicada como la que pasó -a raíz de los bajos precios que se pagaron en Brasil por la saturación que provocó el ingreso de ajo chino sin el pago del arancel extra Mercosur de 4,80 dólares por caja- el ajo de Mendoza se prepara para encarar una mejor temporada.
En medio de quejas por “la baja del dólar y el aumento de la mano de obra” la suerte de los productores de ajo mendocino de San Carlos, Lavalle, Maipú o Guaymallén se define en Buenos Aires, Brasilia, Beijing, Madrid y Washington.
Es que para lograr colocar su producción en el mercado mundial la asociación que los nuclea (Asocam) debe luchar en un frente nacional y -al menos- tres internacionales: en Brasil para que se cumpla el pago de barreras arancelarias al ajo chino; en Europa, para que se reduzca el pago de aranceles, y en Estados Unidos, para que se incorpore al ajo argentino al Sistema Generalizado de Preferencias. La batalla inicial se dio en Buenos Aires para interesar en las gestiones a la Cancillería argentina.
Empresas mendocinas como Bamenex, Gispe, Sanes, Bachiochi, Lufrán, De Marchi, Martín, Balmor, Simone y Baldearena y Moreno vienen de una temporada en la que la invasión de ajo chino a Brasil produjo tal baja en los precios que un 20% del producto se debió tirar en Mendoza. “Hubo una parte que ni siquiera se cosechó de las esteras”, afirman.
La mayoría vivió esta situación y por eso hoy productores como Pellegrina en Tupungato, Manrique en Jocolí, De Carolis en Santa Rosa, El Globo, Bujaldón, Aguado o Alguacil en Malargüe y Sebastián Alba y D’Inocencio en el Este provincial, están convencidos que este año su suerte depende del nivel de ingreso de ajo chino a Brasil.
Es que mientras se intenta que una caja de ajo mendocino se venda a 30 pesos argentinos en Brasil (incluidos seis de flete) una de chino ingresa a 24 pesos (incluidos doce de flete) si no paga el arancel extra-Mercosur de 12 pesos por caja. Y el año pasado los importadores lograron -recurso judicial mediante- paralizar el pago de este arancel para el ajo chino.
La temporada en Mendoza
“Se observa un decrecimiento de las cantidades totales exportadas de un ciclo a otro (ver cuadro en pág. 2). La reducción de envíos a Brasil ha sido la mayor (33%), debido a que la depreciación del peso contra el real no fue tan marcada como contra las demás monedas (dólar o euro)”, destaca el informe de coyuntura del Instituto de Desarrollo Rural de la provincia en base a números del Senasa.
“Sin embargo, si persisten las condiciones actuales y se realizan los cambios microeconómicos que abarcan al productor, al empacador y a la incorporación de frío, es razonable pensar en una mejora en los envíos al exterior en las próximas temporadas”, afirma el trabajo elaborado por el economista Alejandro Trappé y la ingeniera agrónoma Mabel Pereyra.
El informe subraya que “las señales que hasta el momento ha dado el presidente Kirchner hacen pensar “que el ajo tendrá un apoyo explícito desde las políticas nacionales hacia el Mercosur, antes que hacia el Nafta y la Unión Europea, y puntualmente con Brasil”.
Mercosur
Durante la temporada pasada en Brasil las reuniones de funcionarios y productores mendocinos llegaron al nivel del viceministro de Agricultura de ese país. Allí se vive un enfrentamiento entre los productores, que pretenden frenar el ingreso de ajo chino tanto como los mendocinos, y los importadores, que propician el libre ingreso. Y las especulaciones previas hacen prever que este año la entrada controlada de ajo chino y el pago de los aranceles correspondientes, tendrán mejor nivel de cumplimiento que durante la temporada pasada.
Aunque a largo plazo, aparece otro riesgo: es que si bien Brasil sigue siendo un importador neto de envergadura -en particular comprador de ajos argentinos, españoles y chinos- “se apunta al autoabastecimiento a largo plazo”, alerta el informe del IDR.
Actividad local
Mendoza abastece fundamentalmente al mercado de exportación entre los meses de noviembre y julio, fundamentalmente a Brasil. La actividad en la provincia es la de una industria artesanal en la que casi todas las tareas (siembra, cosecha, corte, deschalado) se realizan a mano, salvo el calibrado, por lo que se ocupa mucha mano de obra. En China, donde las tareas también son manuales, el trabajo antes que asalariado es familiar, en propiedades chicas ( de cuatro hectáreas) y multiplicado por millones de productores, lo que abarata los costos.
En Mendoza, también proliferan las pequeñas propiedades, aunque hay productores grandes de hasta 600 hectáreas (repartidas en la provincia) y en algunas zonas del Valle de Uco y del Sur, que establecen vínculos con otros cultivos (frutas o vid). Los galpones de empaque y exportación tienen una parte de producción propia y otra de compra a terceros. Los precios FOB promedio se encuentran actualmente (en dólares) un 15% por debajo de las dos temporadas anteriores. Los informes destacan que “si bien por la depreciación del peso superan ampliamente a los de la temporada 2000/2001, son inferiores a los de la temporada 2001/2002”.
Otros destinos
Sin perjuicio de las negociaciones bilaterales con Venezuela tendientes a lograr el ingreso inmediato de nuestros ajos, tras casi una década de dificultades y prohibiciones, “se está trabajando en este momento, a nivel Mercosur, en procura de establecer una zona de libre comercio con Colombia, Ecuador y la mencionada Venezuela”, destaca la asociación de ajeros locales (Asocam) con marcado interés en abrir nuevos mercados.
En cuanto a los Estados Unidos, Asocam destaca que “el ajo, junto a otros productos argentinos, está sujeto a medidas de represalia de Estados Unidos para el caso de que Argentina no sancione una ley que “preserve adecuadamente”, según dicho país, los derechos intelectuales”. No obstante, en julio pasado Asocam hizo una presentación ante las autoridades norteamericanas solicitando que “se incluya al ajo fresco en el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), como medida destinada a ratificar que el ajo es un producto sensible para Argentina, lo que supone su clara intención de preservarlo ante cualquier práctica paraarancelaria”.
Y finalmente con Europa, “vía Mercosur, se ha requerido un arancel cero para el ingreso de nuestros ajos a Europa, ya que actualmente se debe pagar un arancel del 9,6% del valor del producto”.
En Mendoza
Asocam ha invitado al presidente de Iscamen y funcionarios del Senasa “para esta misma semana con el objeto de lograr mejoras en el control de galpones de empaque de ajos, destinadas a aumentar la calidad del producto de exportación, como asimismo a agilizar el proceso de verificación y emisión de los certificados fitosanitarios”.
Es que Europa se prepara para exigir normas de trazabilidad para los productos alimenticios que ingresen a su continente (ver página 3). “Ya estamos aplicando a partir de este año esas normas no sólo para el ajo que enviamos a Europa, sino también al que exportamos a Estados Unidos y Brasil”, destacan en Bamenex. Y ven en las normas Eurepgap una oportunidad de Mendoza para prevalecer sobre el ajo chino.
El mundo
En los últimos cuatro años la producción mundial de ajo creció a un ritmo de 35% en toneladas (de 9 a 12 millones) y 18% en superficie cultivada (de 0,9 a 1,1 millones de hectáreas) y el consumo es mayor debido al cambio de hábitos de consumo en el mundo. Asia produce el 86% del ajo del mundo, pero su volumen exportador se reduce por el fuerte consumo interno. China es el máximo productor mundial y ha visto crecer su producción en un 50% en los últimos cinco años (India y Corea están estancadas). Europa, que aporta el 6% de la producción mundial, también permanece estancada en España, su principal productor, mientras que América del Sur, que aporta el 45 de la producción mundial, creció un 25%.
Mendoza también creció en diez años en productividad a casi el doble, de 5 a 9,3 toneladas promedio por hectárea. Ya en ajo colorado se alcanzan rendimientos de 12 toneladas por hectárea; 13 en el ajo blanco y 14 en los morados o tempranos.
Esta temporada
Mendoza es el mayor distribuidor de ajo fresco del mundo en contraestación desde el Hemisferio Sur al Hemisferio Norte, en un planeta cuyo consumo de ajo es creciente. La aplicación de normas de trazabilidad en los países consumidores puede ofrecer ventajas a la provincia, ya que los productores locales consideran estar más cerca de conseguirlas (ya las aplica Bamenex) antes que los productores chinos. Todo indica que habrá aumento de superficie y de volumen de producción esta temporada en la provincia. Únicamente falta asegurar el precio de colocación, lo que se puede obtener si se respeta en Brasil el pago del arancel extramercosur para el ajo chino.
Por el momento nadie asegura que esta temporada será mejor que la anterior (el informe final del IDR estará listo hacia mediados de octubre). Ya empieza a haber razones para sospechar una mejora, aunque la suerte final del ajo mendocino se define -una vez más- en Brasil.
Por Marcelo Sivera
Fuente Diario Los Andes