Creativos que apuestan a vender con valor agregado.
Sumar valor a la canasta de productos que la Argentina ofrece en el mundo es un deseo que los exportadores vienen alimentando desde hace años. Sin embargo, los resultados de las transacciones muestran que aún es un desafío pendiente. Para muchos, incorporar diseño a los bienes y servicios es un camino para alcanzar esa meta, y existe un grupo de empresarios que tiene todas sus apuestas en este segmento. Las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sobre el desempeño exportador argentino del primer semestre de 2003, señalan que este proceso recién empieza: de las manufacturas de origen industrial (MOI) que se vendieron en el exterior por US$ 3619 millones, lideraron las ventas los metales y sus manufacturas (US$ 730 millones), los productos químicos (US$ 725 millones) y los materiales de transporte terrestre (US$ 681 millones). En tanto que rubros más afines con el diseño como las manufacturas de papel, cuero, textiles o calzado, figuran en un segundo plano.
Para los analistas, este dato no es desalentador, sino todo lo contrario. Señala el potencial que tienen las empresas locales, con recursos humanos calificados y calidad, frente a una demanda externa que constantemente busca productos renovados.
Los diseñadores que dan vida a Team Fierro (Roberto Busnelli, Gastón Girod, Ricardo Blanco, Eduardo Naso y Alejandra Rumich) captaron esta necesidad y hace un año y medio, no bien la crisis económica despejó el horizonte, se lanzaron a fabricar "muebles de autor". Sus productos combinan materiales altamente industrializados como caños cromados y estructuras, con cueros y madera maciza.
"Nuestro proyecto surgió de las ganas que teníamos de exportar y con ese objetivo nos pusimos a fabricar y a buscar clientes. Si bien trabajamos como grupo, cada diseñador crea su obra y mantiene su identidad", relató Roberto Busnelli.
Socios en Brasil
Apenas se asomaron al mercado iniciaron una etapa de promoción que incluyó la presentación de los muebles en hoteles de lujo. Más tarde, llegaron los primeros contactos con los clientes de afuera. Por ahora, el lazo comercial más fuerte que lograron con el exterior es en Brasil. "Tenemos un socio brasileño que es Boscosan, a quien le diseñamos una línea de muebles macizos para exterior. Juntos participamos -durante los primeros días de agosto- en la feria Fenavem, de San Pablo, donde expusimos la línea Garibaldi", contó Busnelli.
La firma 28 Sport, especializada en calzado, nació respetando los valores comerciales de la década del 50. Sus producciones son limitadas, se realizan de manera totalmente artesanal y recrean modelos deportivos de fútbol, hockey, golf, atletismo y bowling. "Nuestro caso es bastante particular porque hacemos un producto orientado a un nicho muy específico. Se paga un 70% más, pero nuestro diseño es muy compacto. Logramos rescatar la calidad de esos años y esto provoca cierta nostalgia en nuestros clientes ya que se vuelven a encontrar con un producto que había dejado de existir", sostuvo Edgardo Sanzo, a cargo del área de diseño de la firma.
El camino que eligió 28 Sport es el inverso al que recorren la mayoría de las firmas: abrió un local hace cuatro meses en Buenos Aires y exporta hace un año. "A partir de que un amigo se radicó en Estocolmo y comenzó a llevar productos nacionales diferenciados, comenzamos a exportar cantidades pequeñas. Nos cuenta que en Estocolmo ven nuestros productos y no pueden creer lo que fabricamos", aseguró Carlos Schšngut, a cargo de la comercialización y ventas al exterior de la firma y aclaró que apuntan sus ventas hacia locales de Estocolmo y Berlín, con un estilo de vanguardia.
Agregó que a partir de este año tienen pensado intensificar la presencia en las ferias internacionales de este segmento. Al analizar las potencialidades que tiene la Argentina si quiere vender productos con valor agregado en los mercados internacionales, el director de la carrera de Comercio Internacional de la Fundación de Altos Estudios en Ciencias Comerciales, Gabriel Sueldo, consideró que es necesario diferenciar la venta de diseño puro, por medio de distintos servicios, de la venta de productos con diseño.
"En el país existen, por un lado, ventas al exterior de diseño puro como software, por ejemplo, que debido a que hay un vacío legal en la normativa de la Aduana, no queda registrado en ese ente ni tampoco en las estadísticas. Y, por el otro, exportaciones de productos que contienen trabajo de diseño. En este terreno hay mucho potencial porque después de la devaluación nuestros costos son muy buenos si se los compara con los que se manejan a nivel internacional, a la vez que contamos con buena mano de obra", opinó.
Advirtió además que posicionarse en un segmento del mercado mundial lleva mucho tiempo y requiere del apoyo de los organismos del gobierno porque "se necesita información sobre a qué mercados ir a vender y esos datos hay que acercárselos a los empresarios en tiempo y forma".
"La devaluación trajo mejores precios pero, por otra parte, salir a vender cuesta tres veces más y no se puede pensar en vender por mail; hay que viajar", subrayó Sueldo.
Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación ExportAr, Marcelo Elizondo, contó que el organismo está promocionando la exportación de software, ropa y muebles.
"Todos los sectores tienen un gran potencial. Contamos con recursos humanos calificados y en el mundo somos percibidos como buenos", dijo Elizondo.
Por Sandra Califano
Fuente: Diario La Nación