La empresa autopartista Romet inauguró ayer una nueva planta en el municipio bonaerense de San Martín para satisfacer el incremento de la demanda externa, un hecho que se transformó en una constante para el sector en los últimos meses y le ha permitido sortear las dificultades por las que atraviesa en el mercado doméstico.
La compañía, cuyo caso es similar al de muchos otros pequeños y medianos establecimientos en el conurbano y en zonas fabriles de Córdoba y Santa Fe, amplió su nómina de personal de 90 a 140 personas, con la mira puesta en la demanda del complejo automotriz brasileño.
"La empresa ha tenido un empuje muy fuerte, y es la manifestación de la recuperación de la industria nacional que se está dando. Nosotros desde el Municipio vamos a trabajar para que se desarrolle y no encuentre trabas burocráticas", sostuvo en la inauguración de la planta el intendente de San Martín, Ricardo Ivoskus.
Según comentó el jefe comunal, "la producción sanmartinense se está poniendo en marcha nuevamente, y no sólo en José León Suárez sino también en Villa Lynch, donde los galpones desocupados se están empezando a ocupar".
Ivoskus explicó que luego de la aprobación el año pasado de un paquete de estímulo para la radicación de emprendimientos en la zona, se instalaron unas 80 empresas por mes, de las cuales 20 son industrias.
La ordenanza estableció una exención de impuestos municipales que asciende al 100 por ciento durante el primer año de actividad, 75 por ciento en el segundo, 50 en el tercero y 25 en el cuarto, que se suman a su vez a estímulos similares que aplica la provincia en impuestos como Ingresos Brutos.
El mercado brasileño
Romet fabrica pedaleras, palancas de cambio, cerraduras de baúl, alzacristales automáticos y frenos de mano, y provee a Ford, Volkwagen y Toyota.
Aunque sólo un 30 por ciento de su producción se exporta directamente a la planta de Ford en Bahía (Brasil), donde se producen los modelos Fiesta y Ka, un 90 por ciento de los bienes que manufactura la compañía terminan en el mercado vecino, luego de pasar por las terminales locales.
El representante de la Cancillería en el acto, Alberto Hermida, aseguró por su parte que "el Gobierno puede actuar como intermediario y facilitar las cosas", tras lo cual agregó que "la burocracia siempre invadió, y nosotros vinimos a cambiar esa filosofía".
El de Romet no es un caso aislado. Los fabricantes de autopartes nacionales comenzaron a mitad de año a reincorporar trabajadores a sus plantillas y ampliar algunas líneas de producción, en un proceso incipiente de recuperación, basado en la exportación y sustitución de piezas importadas, luego del severo ajuste que sufrió el sector tras la caída récord de ventas y producción de autos registrada el año pasado.
Un reciente estudio de la Asociación de Fabricantes de Autocomponentes (AFAC) arrojó que las exportaciones del sector se mantuvieron en el primer semestre en el mismo nivel que el año pasado.
Aunque cayeron levemente los envíos a los tradicionales mercado de Brasil y Estados Unidos, aumentaron fuertemente las ventas a Alemania (55 por ciento), Chile (27 por ciento) y México (11 por ciento).
En regiones de Santa Fe, como la ciudad de Rafaela, están creciendo desde la salida de la convertibilidad los proveedores de respuestos para motores, de la mano del incremento en las reparaciones y rectificaciones que se realizan en el mercado local. Además, según fuentes sindicales, las grandes autopartistas cordobesas registraron entre un 10 y un 15 por ciento de crecimiento de sus plantillas de trabajadores, que en muchos casos se nutrieron con algunos de los empleados que perdieron sus puestos durante el achicamiento de los últimos 4 años y el éxodo masivo de proveedores a Brasil.
Sin embargo, el peligro de la Brasil-dependencia es un dato que los empresarios no desprecian: "Tenemos que recuperar el mercado interno, no podemos despegar sólo con las exportaciones porque esto no es una commodity", dijo a Télam el presidente de Romet, Diego Chine.
El ejemplo más cercano de ese peligro es el de la filial mediterránea de la partista francesa Valeo, que trasladó este año parte de su producción a Brasil, dado que destinaba más del 70 por ciento de sus ventas a ese país.
Fuente Telam