Hoy en día, la demanda internacional de pieles de chinchillas se encuentra en su pico más alto. Seducidos por el bajo costo de producción y el alto precio final, son muchos los que en los últimos años optaron por ella, a la hora de buscar rentabilidad. No en vano son los integrantes de lo que se llama el "jet set" (reyes, princesas, actrices, modelos, jeques árabes) los dispuestos a pagar fortunas por esta piel considerada como la más liviana, sedosa, tupida y suave de todas. Gente de tan alto poder adquisitivo que es capaz de pagar 80.000 dólares por un suntuoso tapado de chinchillas.
A primera vista, este tipo de emprendimiento no ofrece más que ventajas. Sin embargo, el criador Fernando Aleandri, de El Dorado, cree necesario alertar acerca del error que cometen los que prestan atención sólo a la "parte fácil" de la cría de chinchillas y omiten las dificultades y exigencias que plantea esta actividad.
A juicio de Aleandri, olvidar lo que define como la "parte difícil" puede generar desengaños y llevar a lo peor que le puede pasar a un productor: trabajar en vano.
"Las pieles cuya demanda supera ampliamente a su oferta -explicó- son de "chinchillas de calidad producidas correctamente." En otras palabras, aquellas en las cuales el productor ha realizado el adecuado manejo de cada una de las etapas de la cría.
Lo que dice Aleandri se resumiría con esta advertencia: que renuncie a la cría de chinchillas todo aquel que no cuente con reproductores de la más alta calidad. Porque, de hecho, lo que el mercado exige hoy, a rajatabla, es "o calidad o nada".
La advertencia de Aleandri es justificada, si se tiene en cuenta la cantidad de premios internacionales logrados por el criadero El Dorado.
Rentabilidad y exigencia
"No hay espacio para la piel que no es óptima", recalcó el criador Aleandri al tiempo que mostraba una piel de chinchilla que reputaba como ideal y cuyos atributos eran los siguientes: grande, densa, bien oscuras, de pelo bien largo, de panzas blancas, de pureza azulada y de buena cobertura de velo.
"Cuanto más oscura sea la piel -dijo Aleandri- más fácil será de identificar que se trata de una de las prendas más caras del mundo y nunca se confudirá con otras más económicas, como las de un solo color o de varios colores pálidos."
Aleandri señaló que para que el emprendimiento agropecuario (en cualquier escala que sea) se transforme en actividad comercial rentable, se necesitan 3 factores o condiciones sine qua non: "Calidad en los reproductores iniciales, capacitación completa y comercialización asegurada, seria, continua y transparente", aclarando a este respecto que "las únicas pieles que tienen difícil comercialización son las malas y mediocres".
Un roedor rentable
Marina Páez, de la Cabaña Cinco Estrellas, que comenzó con esta actividad, hace 13 años opinó también que que para que un productor tenga éxito es imprescindible "comenzar con buena genética y aprender a cruzar, pues de lo contrario a pesar de comenzar con buenos animales puede degradarse esa genética por negligencia". Refirió, asimismo, que producir una piel cuesta 8 dólares, y se puede vender en 30 dólares. promedio.
"Nuestro país -agregó- está bien posicionado internacionalmente, pues nuestros costos de alimentos y mano de obra son inferiores a los de los países del primer mundo, y además nos favorece el tema de la devaluación."
Por Bartolomé Vedia Olivera
Fuente Diario La Nación
Un roedor que seduce a ricos y famosos
Esta es una actividad a mediano plazo, pues el ciclo productivo lleva un año y medio. La hembra tiene un período de gestación de 111 días, y a partir del nacimiento se debe esperar al animal hasta los 9 o 10 meses época en que se cuerea. Con respecto al espacio físico, no se necesitan grandes estructuras.
Según Aleandri, la calidad nacional mejoró con la importación de reproductores de mejoramiento de las mejores cabañas de EE.UU. Dijo, asimismo, que una de las causas del aumento en la demanda es la innovación en la confección de las prendas: "Antes sólo se hacían prendas de pura chinchilla, comprados sólo por ricos y famosos, hoy se da la combinación con prendas de cuero o seda".
Al combinar la piel con materiales más económicos, se apunta a otro segmento de la población mundial, que si bien tiene menor poder adquisitivo, es mucho más grande.
Ahora Japón, China, Hong Kong y la nueva Rusia capitalista se han introducido con mucha fuerza y capitales en el mercado peletero, desplazando incluso a países tradicionalmente peleteros como Alemania, Italia, Francia o los Estados Unidos.