El superávit de junio se logró porque las exportaciones alcanzaron un nuevo récord con 2.868 millones de dólares. En tanto las importaciones, a pesar de que subieron un 67%, sumaron 1.137 millones, muy por debajo de los 2.000 millones de promedio que se registraban antes de la devaluación del peso, lo que refleja la profundidad de la crisis informó el INDEC. El grueso de las mayores exportaciones de junio se concentró en productos primarios y alimentos, fundamentalmente porotos y aceites de soja y maíz. Las exportaciones industriales se mantuvieron sin variantes, aunque se registraron caídas en las ventas externas de autos y otras ramas metalúrgicas (reflejo de la recesión brasileña), las que fueron compensadas con mayor exportaciones de productos químicos, papel y plásticos.
El aumento de las importaciones se debió a mayores compras de bienes de capital -computadoras, vehículos de transporte de mercaderías y tractores- e insumos intermedios, como mineral de hierro y productos químicos como insecticidas, herbicidas y abonos.
El balance del comercio exterior de los seis primeros meses de 2003 marca:
Las exportaciones aumentaron 16%: 11 puntos se debieron a mejoras en los precios internacionales y 5 puntos a mayores cantidades exportadas. Los especialistas consideran que este aumento de las cantidades exportadas es bajo con relación a la magnitud de la devaluación del peso.
De los 2.009 millones de dólares de incremento en las exportaciones, el 70% corresponde al complejo sojero (porotos, aceites y subproductos). El resto son mayores envíos de frutas frescas y miel. En cambio, se redujeron las exportaciones de trigo y de productos lácteos.
Las mejoras de los precios de los productos primarios fueron del 19%, mientras los alimentos subieron el 9%.
Las exportaciones industriales tuvieron un retroceso del 3%, por caídas en las ventas de camiones y tubos sin costura. En parte se debe a la recesión de Brasil: las ventas a ese país se achicaron un 12%.
Las exportaciones de combustibles y energía aumentaron un 15%, pero se debió a mejoras en los precios internacionales ya que las cantidades o volúmenes exportados retrocedieron un 8%.
Aunque la Unión Europea y el Mercosur son los principales destinos de las ventas argentinas, China está ocupando cada vez más un lugar destacado por la demanda de soja. Las ventas a ese país sumaron 1.345 millones de dólares.
Las importaciones subieron el 38%, pero aún están casi un 50% por debajo de los valores previos a 2001.
Las mayores compras del exterior corresponden a bienes intermedios, como mineral de hierro para la siderurgia y diversos ácidos para la industria del plástico.
También hubo más importaciones de bienes de capital, como cosechadoras, trilladoras y vehículos para el transporte de pasajeros.
Fuente: Diario Clarín