A pesar de la recuperación de las exportaciones, casi no existen productos argentinos en Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia, salvo los más tradicionales. Una gran cantidad de nuestros productos con valor agregado podrían ser colocados allí. No he visto región en el mundo que supere la percepción de desarrollo económico y poder adquisitivo actual de los países escandinavos en general y de los suecos y daneses en particular. La sensación de respirar orden, estabilidad y bienestar es constante y gratificante.
Entre los tres países del bloque escandinavo, Dinamarca, Noruega y Suecia, al que por extensión se agrega Finlandia, totalizan poco más de 23 millones de habitantes, habituados a un estándar y nivel de vida y consumo importante, satisfecho con productos exquisitos en su producción y terminación, pero básicamente acostumbrados a trabajar seriamente con sus proveedores en un plano de confianza mutua. Países que, aún perteneciendo a la Unión Europea privilegian sus propias monedas, las coronas danesa, sueca y noruega, y el marco finlandés.
A pesar de la reciente vuelta de Argentina a la actividad exportadora, no se observa aún una presencia importante de sus productos en este mercado, con excepción de los más tradicionales.
Evaluando las estadísticas mas recientes, surge que hay rubros de exportación convencionales, a los que la situación cambiaria no afecta fuertemente, pero sí comienza a insinuarse, tímidamente, la colocación de otros productos críticos.
DINAMARCA. Con sus 5,3 millones de habitantes, más allá de los cereales, Dinamarca es actual importador desde Argentina de bebidas alcohólicas, alimento para ganado, lácteos, químicos orgánicos, muebles, y pieles. No hay que olvidar dos cuestiones respecto de este mercado: por un lado, tienen soberanía y manejan el comercio sobre Groenlandia, y por otro, desde hace un tiempo es con el único país escandinavo con el que Argentina no mantiene sedes diplomáticas recíprocas.
Ello no sería un obstáculo para fortalecer e incrementar los lazos comerciales con productos muy diferenciados. Para este mercado se han detectado oportunidades en productos orgánicos como miel saborizada, dulces y jaleas de frutas exóticas, productos gráficos de alta calidad, utensilios de uso doméstico, así como también en servicios de arquitectura, diseño gráfico y decoración.
FINLANDIA. Gran importador de minerales desde Argentina, Finlandia también recibe actualmente bebidas, pigmentos, maquinarias, lácteos y manufacturas de plástico.
Pero por lo observado también sería un interesante mercado para los textiles de abrigo, artesanías utilitarias, repuestos partes y piezas así como de alimentos industrializados y frizados.
NORUEGA. Le estamos exportando frutas, pieles y semillas, pero también bebidas y manufacturas de fundición, además de cereales y combustibles. Los alrededor de 4 millones de habitantes que presenta Noruega son consumidores de suéteres y pulloveres, ropa de abrigo de alta calidad, conservas de pescado, y vegetales industrializados.
SUECIA. Suecia importa de Argentina frutas, pescado, semillas, tabaco, minerales, pero también vehículos, bebidas, manufacturas de cuero y de fundición.
También es un excelente mercado para productos manufacturados de cuero, madera y lanas, además de alimentos orgánicos, frutas regionales y vegetales industrializados.
Como se observa, la parte básica de la plataforma comercial ya está establecida, pero si nos acercamos al mercado, encontraremos que hay una infinita variedad de nuestros productos con valor agregado que podrían ser colocados en estos mercados tan exquisitos, a animarse. No es tan difícil, solo se necesita respeto, seriedad y honestidad comercial.
Por Carlos Ledesma
Fuente Diario La Razon