Aunque todavía falten las ratificaciones parlamentarias, ya se podría decir que un paso más allá de Las Cuevas hay libre comercio con Estados Unidos y un paso más acá continúa la mayor protección arancelaria. La polémica sobre el “ALCA sí” o “ALCA no” que ha venido distanciando a sectores de la economía mendocina entre beneficiados (vitivinicultura) y perjudicados (metalmecánica) parece entrar en un paréntesis. Es que con el acuerdo Chile-Estados Unidos apareció la oportunidad de vender sin aranceles o con aranceles bajos en Estados Unidos (a través de un asocio con Chile), sin tener como contrapartida que bajar aranceles y sin poner en riesgo sectores enteros de la economía provincial (como el metalmecánico), que desaparecerían aplastados por la producción estadounidense si se produjera una apresurada apertura arancelaria.
Integrarse “al mundo”para vender evitando desintegrarse para comprarle parece ser la oportunidad que vive Mendoza. Y una situación de este tipo, se produce en momentos en que precisamente en las embajadas de ambos países hay (o están por asumir) embajadores mendocinos: José Bordón en Washington y Carlos Abihaggle en Santiago.
Mendoza puede venderle a Estados Unidos vía Chile sin desguarnecerse. Nuestra provincia integra un país con industria propia al que no le conviene seguir los tiempos de apertura de Chile (con muy poca actividad industrial nacional que defender) sino acompañar los tiempos más largos de integración que -por razones de supervivencia- mantienen Argentina y Brasil. Y, mientras tanto, empresas de la provincia pueden asociarse a otras chilenas con vistas a abastecer a un mercado norteamericano que puede demandar volúmenes para cuya satisfacción se necesitará de asocios.
Posiciones arancelarias
Los estadounidenses protegen como productos sensibles los lácteos en general: las leches con aranceles de 43 centavos de dólar por litro y los quesos y yogures con un 20% de su precio, por lo que esta producción del litoral argentino inicialmente no podrá aprovechar la oportunidad. Pero distinto es lo que sucede con parte de la producción cuyana. La uva en fresco quedó libre de aranceles entre abril y junio aunque el resto del año deba pagar 1,8 centavos de dólar por kilo. También aparecieron ventajas en materia de manzanas y cerezas -con arancel libre-, incluidos los jugos de manzana y de pera, que no pagan por entrar a los Estados Unidos.
No hay que perder de vista que estas condiciones estarán vigentes para Chile y no para nuestra provincia, pero -sin embargo- desde Mendoza se puede acceder a estos beneficios mediante asocios con empresas chilenas. El profesor Fernando Urdániz destaca que “Mendoza podría recibir alguna inversión indirecta en muchos rubros, empezando por el vitivinícola. La incorporación de Chile como socio comercial de Estados Unidos puede derivar en que muchos norteamericanos inviertan en nuestra provincia, lleven los vinos a Chile y de ahí fraccionarlos en Chile para trasladarlos a Estados Unidos. Asimismo, pueden aparecer joint ventures o asociaciones estratégicas con los chilenos, ya que Chile solo no va a poder abastecer a un mercado de 250 millones de habitantes”.
Hay que destacar, no obstante, que el vino sigue apareciendo como uno de los productos que siguen gravados con arancel (4,2 centavos por litro) para ingresar a Estados Unidos y esto lo diferencia del pisco, ron, brandy, vodka, licor y tequila, que ingresan libremente. Y además continúan gravados los mostos.
No obstante, se generan otras oportunidades en otros sectores: el cemento portland, el mármol, hierro, aluminio, zinc, tungsteno y uranio no pagan arancel. Aunque sí lo pagan el cobre (3,9%), el oro (5%) y la plata (3,7%), productos de los principales yacimientos mineros del oeste argentino.
Por su parte, Chile mantiene aranceles del 5% en vinos, cervezas, mosto y vermouth y permite con libre acceso combustibles, lubricantes y partes de naves y aeronaves.
Con Chile
Chile es uno de los principales socios comerciales de la Argentina. Una muestra de ello es que en el primer cuatrimestre de este año el 12% de las exportaciones argentinas, valoradas en 1.086 millones de dólares, tuvieron como destino a Chile. Como contrapartida, las ventas chilenas a la Argentina alcanzaron en el mismo período apenas 75 millones de dólares.
El país vecino vive de la exportación y el 60% de su economía mira al mercado externo, como consecuencia de un mercado interno reducido. La radiografía argentina es distinta: a lo sumo -y como un objetivo futuro- sólo el 20% de la producción nacional puede estar orientado a la exportación. El resto apunta al fuerte -aunque deprimido- mercado interno argentino. Esto se evidencia en los aranceles promedio de uno y otro país: 6% para Chile y 14% para Argentina (y el Mercosur).
No obstante, el Mercosur y Chile tienen firmado desde 1996 en San Luis un acuerdo de rebajas arancelarias progresivas, que hoy permite que más de la mitad de los productos exportables entre ambos países circule con arancel cero.
Claro que entre los productos sensibles colocados por Chile figuran el vino (cuyo arancel cero recién entrará en vigencia en el 2013) y la agroindustria.
Algunos especialistas de comercio exterior sostienen -en Buenos Aires- que la firma del acuerdo Chile-Estados Unidos perjudicará a la Argentina porque les quitará mercado en Chile a los productos argentinos. Urdániz -por el contrario- destaca que “la cercanía geográfica y los menores costos nos siguen beneficiando: un producto desde los Estados Unidos tiene un flete mayor al de uno de Argentina”, destaca.
Respecto de la dificultad que el acuerdo traería a los vinos mendocinos en Estados Unidos -ya que los chilenos ingresarán con menor arancel”-, el especialista considera que “las ventas podrán aumentar un poco más pero no creo que mucho más que ahora, ya que Estados Unidos mantiene cierto arancel. Y en mosto no hay que olvidarse que Mendoza produce mosto blanco mientras que los chilenos hacen mosto tinto, es decir que son productos distintos para segmentos distintos”.
Respecto de las frutas (que ingresan a Estados Unidos sin arancel, ya que son un producto de contraestación), Urdániz recuerda que “Estados Unidos para Mendoza representa un mercado importante, pero nuestras ventas mayoritariamente se dirigen a la Unión Europea”.
Todo esto le permite concluir que el acuerdo entre Chile y Estados Unidos “aportará más oportunidades que dificultades a Mendoza”.
Por Marcelo Sivera
Fuente Diario Los Andes