Por Marcelo Elizondo. Las exportaciones argentinas han crecido desde que se inició el siglo XXI. Entre 2000 y 2012, crecieron el 210%. Se elevaron desde 26.341 millones de dólares hasta 81.682, según estadísticas de distintos organismos internacionales y multilaterales (BID, CEPAL, BM). Sin embargo, puede advertirse que la historia económica del país no ha sido uniforme en ese lapso. Por eso, también es dable analizar diferentes períodos dentro de ese gran tiempo transcurrido entre 2000 y 2012. Así, si consideramos que en 2001/2002 Argentina atravesó una gran crisis, y entonces y consecuentemente analizamos la performance de las exportaciones de nuestro país desde 2003, el primer año posterior a nuestra crisis, y la comparamos con el resultado de 2012, observamos que en ese lapso (2003/2012) las exportaciones de Argentina crecieron en un porcentaje menor al que surge de comparar el año 2000 y el año último pasado. Ese crecimiento (2003/2012) fue de 172%.
Pero no es lo mismo depositar números en un documento que analizar. Dice Tom Davenport (profesor de la Universidad de Harvard) que la diferencia entre la información y el conocimiento es que el conocimiento es la información, mas la interpretación, mas el análisis, mas el contexto mas la experiencia. En ese marco, es de valor proceder al trabajo vinculativo sobre esos números.
La mejor manera de evaluar y ponderar la dimensión real de los resultados expuestos es comparar esa performance con la del resto de los países de la región. Hacer esto último, por estar ellos sometidos a las mismas circunstancias mundiales, tener sistemas de referencia normativos y políticos históricos similares, estructuras económicas comparables y la pertenencia a la misma región, proveerá al análisis el real valor de la performance.
2. La Argentina muestra los peores resultados en Sudamérica
Al comparar la evolución de las exportaciones Argentinas con toda Latinoamérica, se descubre que todos los países de la región de Sudamérica han tenido en los períodos analizados mayor crecimiento que el nuestro. Sólo Centroamérica y México (parte de Latinoamérica pero no de Sudamérica, y fuertemente influidos -mucho mas que Sudamérica- en este período por la crisis en EEUU) tienen performance peores que Argentina.
Lo relevante es que la totalidad de los países Sudamericanos ha mostrado una performance de mejores resultados que Argentina.
Como se observa en el gráfico, en el período 2000/2012, las exportaciones argentinas son las que peor resultado muestran en Sudamérica.
Pero es extraordinariamente notable que lo mismo ocurre si se analiza solo el período 2000/2008, para analizar lo ocurrido antes de la crisis internacional y aún antes de que Argentina comience a evidenciar problemas de pérdida de competitividad cambiaria, y también ocurre lo mismo si se analiza el período 2003/2012, de modo de analizar lo ocurrido después de superado el impacto de la crisis argentina que tuvo epicentro en 2001; así como también Argentina es el que muestra peores resultados si se analizara sólo el período 2003/2008, de manera de excluir los malos años de la crisis local de inicios del siglo y los malos años recientes después de la crisis internacional.
3. La falta de competitividad
Lo expuesto está mostrando una realidad que trasciende la coyuntura. Se han analizado diversos períodos y se descubre que Argentina ha tenido una menor capacidad de inserción comercial más allá del momento y el período, comparada con sus vecinos sudamericanos (sólo tiene mejores resultados que Centroamérica y México, que en realidad tienen en sí mismos un entorno internacional diferente y por ello son menos comparables).
Lo que Argentina esta mostrando es, en principio, diversos fenómenos que son a la vez causas que explican lo expuesto:
- Un sistema productivo altamente compuesto por PYMES, que son unas 440.000 en el país, pero cuya capacidad de inserción internacional es menor que la de las grandes empresas (Argentina cuenta con pocas grandes que exportan mucho y muchas PYMES que exportan poco: sólo unas 90 empresas exportan más de 100 millones de dólares al año).
- Una alta influencia del marco de referencia económico, político y normativo que en el lapso 2000/2012 ha mostrado sucesivamente problemas acumulativos como el fin de la convertibilidad, la devaluación, el default de la deuda pública, la pesificación asimétrica, la crisis del sistema financiero local, el programa económico a partir de la segunda mitad de la primer década del siglo enfocado en el consumo mas que en la inversión, estatizaciones y cambios regulatorios que afectaron el entorno económico de las empresas, regulaciones específicamente dirigidas al comercio exterior (retenciones, cupos, cuotas, prohibiciones, etc.), el crecimiento inflacionario, el déficit fiscal, límites a las importaciones de bienes de capital e insumos, creciente presión tributaria, el cepo cambiario, la inestabilidad cambiaria, los límites al envío utilidades al exterior y diversas controversias internacionales del país, todo lo cual ha afectado la capacidad de desarrollo de programas de internacionalización a mediano y largo plazo.
- La escasez de oferta de instrumentos (en manos de universidades, agencias públicas, cámaras empresariales o empresas privadas) que faciliten y propendan al desarrollo de atributos competitivos (en el nivel “micro”) internacionales dentro de los cuales deben destacarse: estrategias comerciales de empresas y sectores, innovación en productos y acciones comerciales, desarrollo de reputación de empresas y productos, creación y promoción de marcas comerciales, desarrollo de alianzas internacionales estables y permanentes de empresas o cadenas industriales, desarrollo de management internacional, creación de mayor valor agregado y diferenciación en la oferta, eficiencia en los servicios al exportador como financiamiento, logística o abastecimiento, etc.
- Las dificultades surgidas de una escasa inversión (en las empresas privadas, en los servicios públicos y en los privados proveedores de los exportadores).
- Una escasa internacionalización más allá de lo comercial (exclusión de los mercados financieros, baja inversión extranjera directa, baja inversión de empresas argentinas en el exterior).
- Bajo componente de incentivos externos surgidos de acuerdos internacionales (tratados de libre comercio, acuerdos de complementación económica, pactos de fomento de intercambio comercial o productivo)
La Argentina, pues, en medio de un tiempo de crecimiento internacional latinoamericano y sudamericano en particular, deberá generar condiciones estructurales intertemporales que posibiliten su mayor relevancia comercial internacional
Marcelo Elizondo
Director General
Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI)