El ascenso de Néstor Kirchner al poder en la Argentina, con su perfil pro Mercosur, puede que retrase las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero también acelerará el diálogo con la Unión Europea (UE), según se evalúa en los círculos diplomáticos. El presidente electo ha definido su orden de prioridad: primero el Mercosur, después América del Sur y tercero el ALCA. Ese hincapié en la unión aduanera, en contraposición a la intención de asesores del ex presidente Carlos Menem de reducir el bloque a una zona de libre comercio, favorece el convenio con la UE. Los europeos exigen al Mercosur que mantenga el arancel externo común (AEC) para sellar un pacto.
El ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Luiz Fernando Furlan, expresó ayer en Francfort su satisfacción de que Kirchner vaya a ser un presidente "pro Mercosur". El ex titular de la alimentaria Sadia manifestó su deseo de continuar negociando con Estados Unidos el ALCA, previsto para 2005, pero auguró que el Mercosur y la UE sellarán una zona de libre comercio a fines del año próximo.
En el marco de la VIII Conferencia Latinoamericana de la Economía Alemana, en Francfort, el presidente de la Confederación de Cámaras de Industria y Comercio de la República Alemana (DIHK, según sus siglas en alemán), Ludwig Georg Braun, le respondió que él espera el acuerdo para antes de fin de este año. "Un convenio es una condición previa muy importante para inversiones seguras en los países del Mercosur", afirmó Braun.
Claro que las resistencias mayores al pacto surgen del sector agrícola y sobre todo de Francia. Alemania, en cambio, es uno de los impulsores de la reducción de la protección al campo.
Reclamo de más acceso
El vicecanciller argentino, Martín Redrado, afirmó que las conversaciones con la UE son las que marchan más rápido de todas. "En una visión optimista, llegaremos a un acuerdo en el segundo trimestre de 2004", dijo el funcionario en Buenos Aires.
La UE y el Mercosur se intercambiarán nuevas propuestas de apertura comercial el lunes próximo. El bloque sudamericano pedirá un mayor acceso al mercado europeo para 2500 productos, lo que mejoraría sus exportaciones en US$ 13.000 millones.
La Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en conjunto, ofrecerán a Europa la liberalización de los servicios y las inversiones, así como condiciones de igualdad a sus proveedores con los sudamericanos en las compras gubernamentales. La Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) le solicitó al Mercosur que no insista con la liberación de cuotas y aranceles a productos agrícolas sensibles para sus intereses, como la carne, hasta después de la revisión de la política agrícola comunitaria. Es decir, hasta julio próximo.
"Estamos en la última etapa de negociación", reconoció Redrado. La UE, al igual que Estados Unidos, sólo acepta debatir en la empantanada ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC). No obstante, los funcionarios europeos prometieron que el Mercosur recibirá mayores beneficios que los establecidos en esa ronda, que continuará en la cumbre de Cancún, en septiembre próximo.
Italia, un país de buena relación con la Argentina, reemplazará en el segundo semestre del año a Grecia en la presidencia de la UE, lo que puede resultar positivo para el diálogo. Redrado también admite la influencia de la elección de Kirchner: "Es una señal al exterior de que el Mercosur es un espacio de negociación permanente".
"Las negociaciones internacionales tendrán más unidad", anticipó Furlan. "Nuestra esperanza es que el bloque se incremente con acuerdos con Perú, este mismo año, y Venezuela", agregó el ministro brasileño, que habló ante 600 empresarios y banqueros alemanes.
En la pasada cumbre europeo-latinoamericana, en mayo de 2002, la UE dilató las conversaciones con el Mercosur porque veía inestabilidad política en la Argentina y en Brasil, pero el acceso al poder de Kirchner y Luiz Inacio Lula da Silva puede reducir la incertidumbre. "A la gente le gustó mucho la perspectiva de los nuevos gobiernos", dijo Furlan. El ministro anhela una pronta eliminación de trabas europeas a productos textiles, agrícolas y otros con mayor valor agregado, orientados a los sectores de servicios, diseño y alta tecnología.
Por Alejandro Rebossio
Fuente Diario La Nación