La Unión Europea y Estados Unidos son los principales mercados de exportación para Argentina. El mercado de vinos orgánicos sigue en aumento y es una tendencia que se consolida. La preocupación por el medio ambiente, junto con la salud, lleva a los consumidores a elegir cada vez más productos libres de pesticidas y fertilizantes. Si bien algunas bodegas grandes se han volcado hacia vinos orgánicos, en su gran mayoría, la producción surge de bodegas boutique y de pequeños emprendimientos que han encontrado ese nicho de mercado.
Según un estudio del Senasa, Argentina posee alrededor de 55 bodegas con certificación orgánica y la mayoría se encuentran en Mendoza. Un artículo publicado en la revista Joy Planet afirma que solo en la provincia de Mendoza hay alrededor de 3000 hectáreas de uva orgánica plantada. Por su parte, San Juan tiene unas 400 hectáreas y está produciendo vinos certificados. Salta tiene la línea orgánica de Colomé, una de las pioneras, y La Rioja a La Riojana. Muchos aclaran en sus etiquetas que son vinos orgánicos.
Gustavo Caligiore, propietario y enólogo de la bodega homónima, uno de los establecimientos dedicado a la producción y comercialización de vinos orgánicos Premium, contó que "Argentina tiene aproximadamente 2.000 hectáreas bajo certificación, lo que representa algo menos del 1% del total de superficie implantada con viñedos". Sin embargo, destacó que "hay una tendencia general que los consumidores tomen cada día mayor conciencia acerca del cuidado del ambiente y de los recursos naturales, siendo ellos responsables a través de su poder de compra, de inducir prácticas sustentables para la producción de bienes y servicios en general. Es por esto, que seguramente, la implantación de viñedos orgánicos en Argentina aumente".
A su vez, el flying winemaker y socio de Alto Las Hormigas, Alberto Antonini destacó que más allá de que haya una tendencia en el consumo, trabajar bajo las normas orgánicas debe ser un compromiso relacionado a proteger las tierras. Según mencionó a Día a Día del Vino, desde hace años está trabajando con una viticultura más natural, "sobre todo porque creo que un cultivo orgánico permite dar un vino original, dando una expresión directa del terruño".
Europa y Estados Unidos concentran los envíos orgánicos
Un estudio realizado por el Senasa en el 2011, permitió determinar que las exportaciones de vino orgánico crecieron en un 17% y que los principales destinos para las exportaciones de vinos orgánicos de Argentina siguen siendo la Unión Europea y los EEUU. A su vez, un estudio realizado por ProChile afirma que hasta el 2009, Estados Unidos ha mostrado una tendencia de crecimiento llegando a totalizar ventas por U$S 161 millones.
Caligiore afirma que "el consumo de vinos orgánicos representa aproximadamente entre el 1% y el 2% del consumo mundial. Hay países con mayor desarrollo y madurez, fundamentalmente aquellos del bloque europeo, con tasas de crecimiento bajas, del orden del 2% al 3% anual. Mientras que Estados Unidos y Canadá muestran un crecimiento más dinámico. En el caso del primero de ellos, se encuentran referencias que hablan de un crecimiento promedio del 15% anual entre 2006 y 2011, llegando a totalizar ventas por casi U$S 200 millones."
Ejemplos en casa
Alpamanta Finca Von Wigstein, bodega ubicada en Ugarteche, Luján de Cuyo, cuenta con 30 hectáreas plantadas de uvas orgánicas, en donde la principal variedad es el Malbec, entre otras. Producen aproximadamente 12.000 cajas 12 vinos cada una, de las cuales destinan al mercado interno menos del 2% y el resto, se vende en más de 15 países de todos los continentes. Pamela Federici, gerente de dicho establecimiento comentó que sus principales mercados de exportación son EEUU, Japón, Dinamarca e Irlanda y que han tenido un crecimiento en las ventas de entre 5 y 10%. Esto lo atribuye a nuevos clientes y que sus vinos son más apreciados y conocidos en los viejos mercados.
Por su parte, Pablo Dessel, de Bodega Vinecol, sostiene que "el consumo en Europa se ha estancado ya que se trata de un mercado maduro y es posible que haya entrado en una meseta". En relación a las exportaciones de la empresa, el director comercial remarcó que ante la crisis y la mayor competencia, las ventas a este continente se estancaron un poco. "De todos modos seguimos teniendo fuerte presencia en países como Bélgica, Holanda y Alemania, quienes son los principales mercados orgánicos en Europa, y creemos que siguen habiendo buenas oportunidades, en países como Polonia y República Checa".
Por otro lado, Brasil se muestra como un mercado atractivo para estos productos, el consumo aquí está creciendo y muchas tiendas y supermercados están incorporando vinos orgánicos certificados. Como oportunidad, Dessel explicó "que al llegar el mundial en el 2014 y los juegos olímpicos en el 2016, hoteles y restaurantes tendrán la obligación de contar con productos orgánicos. Es por ello que algunas bodegas de Argentina están apostando a dicho mercado, aprovechando la potencialidad y cercanía de Brasil". Por María José Merino - Área del Vino.