Las manzanas y peras de Mendoza, así como las de otras provincias productoras como Río Negro y Neuquén, no sufrirán más trabas para el ingreso al Brasil. La decisión, que permitirá destrabar la exportación desde Mendoza de 600.000 cajas anuales -por un monto de 6 millones de dólares-, se adoptó luego que inspectores del vecino país evaluaran positivamente el sistema de mitigación de riesgo implementado en las citadas zonas. Así quedó establecido al cabo de 10 días de trabajo continuo de una Misión de Auditoría integrada por 6 técnicos, encabezada por el jefe de los Servicios de Fiscalización de los Vegetales del Ministerio de Agricultura del Brasil, Ingeniero Paulo César Duarte Da Silva.
En adelante, y mientras Mendoza logre mantener el estatus sanitario alcanzado, la producción de fruta ingresará en forma directa al mercado brasileño en camiones precintados, evitando los controles fronterizos y asegurando el más alto estándar de calidad y sanidad del producto.
En fruta de pepita (manzana y pera), Mendoza exporta a Brasil por un valor de 6 millones de dólares anuales. El vecino país concentra el 80 por ciento del total de fruta que vende al exterior nuestra provincia, equivalente a 2 millones de cajas sumando las frutas de pepita y las de carozo.
Los técnicos del Brasil destacaron los buenos resultados alcanzados por el Programa de Control de Carpocapsa que, desde hace dos años, se implementa en toda la provincia.
El nivel de prevalencia de esta plaga en Mendoza se redujo drásticamente. Durante 2002 alcanzó en promedio el 10 por ciento de la superficie cultivada. Este año, gracias al Sistema de Mitigación y al trabajo desarrollado por el Iscamen, ese índice no llegará al 2 por ciento de daño.
La presencia de la delegación brasilera es fruto del acuerdo alcanzado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y la Secretaria de Defensa Agropecuaria (SDA) de Brasil luego que en mayo del año pasado, y por el término de dos meses, se suspendiera la exportación al país vecino de peras y manzanas provenientes de Argentina, al detectarse partidas con larvas vivas de Cydia pomonella o carpocapsa.
El Senasa resaltó que la opinión de la Misión de Auditoría fue positiva. Los técnicos brasileños ponderaron la solidez del sistema de mitigación, en lo referente a la trazabilidad de la fruta (recorrido desde la finca hasta el galpón de empaque) y a las acciones de mitigación que permiten disminuir el riesgo de la presencia de larvas vivas en las cargas de frutas frescas con destino a Brasil.
Destacaron, además, la rapidez de respuesta por parte de la Argentina ante el cierre temporario del mercado, y la celeridad en la implementación del nuevo del sistema, el primero en su tipo en el mundo para esta plaga.
Otro aspecto que fue resaltado por la misión brasileña es el relativo a la fuerte integración institucional entre productores, empacadores, exportadores, organismos sanitarios provinciales y el Senasa, que de acuerdo a su visión “fue el factor determinante en la satisfactoria implementación del sistema”.
También se estableció, para el corto plazo, tareas que la Misión de Auditoría ha considerado pendientes, que incluyen ajustes al sistema actual y, básicamente, la necesidad de implementar programas de control activo de la plaga en cada una de las regiones productoras, con la finalidad de disminuir los niveles poblacionales actuales, y fortalecer el éxito del sistema de mitigación.
Durante el 2002 Brasil, a pesar del cierre temporario del mercado, importó 120 mil toneladas de peras y manzanas, por un valor superior a los U$S 55 millones.
Fuente Diario Los Andes