Si en la década del 40 Argentina fue considerada "el granero del mundo" en un futuro no lejano acaso se la conozca como "el país dulce". Tal el destino que le podría aguardar si llegara a consolidarse la tendencia que muestran las exportaciones de algunos productos que suelen demandar los más golosos. Es que al antecedente de ser el inventor del dulce de leche, Argentina es un fuerte exportador de caramelos y el mayor productor de miel del mundo, además de tener una creciente participación en el comercio internacional de berryes (frutos del bosque).

Exportaciones de miel por 114 millones de dólares; de confituras, jaleas y mermeladas por 12 millones; de frutillas y arándanos por 5,6 millones y del tradicional dulce de leche por 2,2 millones, son datos que hoy ya tienen en cuenta inversores internacionales.

Los expertos en comercio exterior recalcan además el desempeño de estas exportaciones por el impacto sobre el mercado laboral, dado que en buena medida se trata del trabajo de Pymes.

"Hace un año, en las reuniones que manteníamos con potenciales exportadores de estos productos, surgía como la oportunidad mas importante el tipo de cambio. Pero poco a poco los productores fueron descubriendo la importancia de otros factores, como las necesidades mundiales, el comercio electrónico, la situación país y luego el tipo de cambio", afirma el consultor Carlos Pérez.

CIFRAS.
En cuanto a las exportaciones de confituras, jaleas y mermeladas orillaron las 17.000 toneladas que significaron 12.700.000 dólares. Australia con 4.175 toneladas, Austria (3.178); Bélgica (1.615) y Bolivia (1.341) fueron los principales clientes. Las ventas externas de berryes crecieron, según Senasa, 145%, al sumar 2.851 toneladas por un valor de 5.661.500 dólares.

La frutilla, con 2.293 toneladas por 3.439.500 dólares y el arándano con 548 toneladas por 2.192.000 dólares, encabezaron las exportaciones de la especie, que tuvo a EEUU, Brasil, China y Canadá, como principales destinos. De frambuesa se exportaron 10 toneladas por 30.000 dólares, a Alemania y Gran Bretaña.

VENTAJAS.
"Si consideramos las ventajas comparativas y las condiciones para producir las perspectivas son óptimas, pero si tenemos en cuenta el capital a invertir, la experiencia de ensayos y las exigencias de logística, todavía estamos lejos", dice Anahí de Tappatá, de la filial Comahue de Fundación Mediterránea.

Para la economista, las ventajas competitivas en los frutos del bosque están sostenidas sobre cuatro pilares: calidad ambiental, localización a contraestación del hemisferio Norte, calidad de agua y tipo de clima que no exige muchos agroquímicos.

Por el lado del dulce de leche, las perspectivas son sumamente alentadoras a pesar de la crisis del sector lácteo. Es que el tradicional postre nativo ya no sólo deleita a los paladares de Alemania y Brasil, países que durante el 2002 adquirieron 442 y 328 toneladas respectivamente, sino que también hay una fuerte demanda en naciones como Angola, Emiratos Arabes Unidos, Siria, Taiwan y hasta Vietnam.
Fuente Diario La Razón