El puerto de Rosario apuesta a consolidarse como centro de transferencia para las cargas de la región. Con ese objetivo, ultima las obras para montar una cámara de frío de 6.000 metros cuadrados -necesaria para manejar grandes volúmenes de productos refrigerados como fruta- y un muelle corto que permaneció destruido durante los últimos años. La estrategia de Terminal Puerto Rosario SA, que lidera el grupo catalán Port de Tarragona, se centra en la captación de cargas que bajen por la hidrovía Un caso testigo es el azúcar brasileño, que llega a la terminal local a bordo de barcazas y se reenvía hacia Chile por medio del ferrocarril o con destino al Uruguay a través del puente Rosario-Victoria en un futuro inmediato. Otro ejemplo es la palanquilla, que proviene de Paraguay y Brasil importada por la acería Sipar o reexportada con destino a los EEUU (Houston).
"Ya resuelta la cuestión laboral con los estibadores ahora apuntamos a consolidarnos como un referente regional en la consolidación de cargas y a tratar de agregarle valor a lo que operamos", destaca Guillermo Zalazar Boero, director de la concesionaria del puerto. En tal sentido están manejando las cargas de fertilizantes importadas, que son mezcladas, embolsadas y distribuidas desde las instalaciones portuarias. Puerto Rosario tiene acuerdos con Petrobras y Repsol-YPF para este producto, y está negociando con la cerealera Nidera para completar un tráfico de 150.000 toneladas durante 2003. El tratamiento de la mercadería y la logística de distribución resultan clave para optimizar la rentabilidad de las operaciones.
El concesionario tiene en marcha un plan de inversiones por 6.000.000 de pesos para acondicionar instalaciones de modo tal que se puedan manejar mayores volúmenes de cargas. La principal obra son las celdas de frío, que ocuparán una superficie de 6.000 metros cuadrados y la reparación de un muelle de unos 150 metros de largo, que se afectará a la manipulación de contenedores y será inaugurado entre el 10 y el 15 de mayo.
El proceso de recuperación de las cargas que inició el grupo concesionario en octubre del año pasado se aplicó en primer lugar a la fruta, un producto de tradicional circulación por las instalaciones locales.
Para 2003 tienen previsto mover 80 mil pallets y la apuesta es completar la capacidad instalada con 150 mil pallets anuales de fruta.
En el tráfico por contenedores ya están operando empresas de la talla de Swift, La Virginia y Nestlé y exportadores de muebles localizados en la zona de Carcarañá y Cañada de Gómez.
Las sinergias con operadores portuarios hispanos se verifica en el tráfico de carbón de coque. El producto es consumido por centrales termoeléctricas y acerías en regiones donde escasea el gas. La compañía española García Monté Energía trae el mineral de Africa y EEUU y lo reembarca con destino a Paraguay, con un flujo anual esperado de 200 mil toneladas.
Otro negocio importante son las cargas de aceite, con un volumen esperado de 600 mil toneladas para 2003 y un contrato que se extiende durante 10 años. La infraestructura que requiere este rubro permite ampliar las operaciones al vino y los fertilizantes líquidos.
Según Zalazar Boero, resulta clave para potenciar la actividad portuaria la promoción de políticas de exportación y garantías de que esos instrumentos permanezcan a lo largo del tiempo, para que las empresas despejen sus incertidumbres y se afiancen en su internacionalización.
Fuente: Diario La Capital de Rosario