- Una firma del barrio porteño de Flores exporta artículos de iluminación con insumos rurales.
- Se lanzó al exterior luego de la salida de la convertibilidad.
Desde el taller que tiene en el barrio porteño de Flores, la firma Iluminación Del Campo combina distintos elementos que provienen de la vida rural en el diseño de los artículos que fabrica y exporta a España.
"Hace más de 20 años, cuando comencé con el negocio, si bien ya tenía un gusto personal por todo lo campestre, empecé a analizar el mercado y descubrí que no había productos como los que yo me imaginaba, entonces decidí fabricarlos para desarrollar ese nicho", recordó Daniel Levin, el dueño de esta Pyme en la que trabajan 14 personas, al comentar cómo se le ocurrió dedicarse a fabricar artículos de iluminación con aires campestres que suelen acompañar ambientes con muebles macizos.
Las ventas al exterior llegaron mucho después, y lo cierto es que en este caso, al igual que en el de otras tantas empresas, la salida de la convertibilidad actuó como un disparador hacia el exterior. "A fines de 2001, cuando las ventas internas se fueron agotando, pensamos que era una buena oportunidad para exportar", dijo, y agregó que los primeros pasos los dio luego de analizar la competitividad de su oferta, cuando tomó sus valijas y comenzó a hacer lo mismo que se suele hacer en el mercado local: golpear puertas para conseguir clientes.
"Viajé a España y una vez allí, con información que había conseguido en Internet, con una base de datos que me facilitó la Cancillería y con la guía telefónica de Madrid, fui a ver distribuidores y a hacer contactos", contó.
Meses después, el plan le dio resultado. En 2002 logró exportar el 50% de su producción, cerca de 1500 productos que vende en el mercado español. Las lámparas, colgantes y apliques que fabrica Iluminación Del Campo se caracterizan por el trabajo artesanal que tienen, y eso es justamente el aspecto que más atrae a los compradores europeos. Para su fabricación se utilizan maderas macizas nacionales maleables, hierro forjado y objetos de campo reciclados, como por ejemplo herraduras.
Dentro de su estrategia, los viajes de negocios y la exposición en ferias internacionales son una parte importante de su programa de promoción. "Participamos, por medio de la Secretaría Pyme, de una feria en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, y en la primera semana de julio vamos a viajar a Barcelona a una ronda de negocios", agregó Levin.
Crédito fiscal
Al hacer referencia a los cambios que se están dando dentro de la empresa en esta nueva etapa señaló que, por medio del programa de Crédito Fiscal de la Sepyme, está realizando cursos de capacitación en calidad para mejorar tanto el proceso productivo como administrativo de la firma.
El programa de la Sepyme reconoce la inversión realizada en la capacitación de los recursos humanos de las pequeñas empresas, mediante el reembolso de la inversión por la emisión de un certificado de crédito fiscal que puede aplicarse al pago de impuestos nacionales recaudados por la AFIP. Este programa dispone de un presupuesto que se asigna cada año, al que pueden acceder las empresas presentando proyectos que son evaluados teniendo en cuenta sus objetivos.
Por Sandra Califano
Fuente: Diario La Nación