La Unión Europea (UE) mantendrá el Sistema General de Preferencias (SGP) para la importación de productos de origen agroalimentario provenientes de la Argentina, debido a que su Producto Bruto Interno (PBI) se ubicó por debajo de los niveles de crecimiento estimados para un país en desarrollo. La decisión surgió porque el PBI argentino registró una caída superior al 3% comparado con otros años de acuerdo a los parámetros de medición que utiliza la UE para determinar el mantenimiento de un beneficio para los países en desarrollo.
El mantenimiento del sistema de preferencias arancelarias posibilita que la Argentina siga exportando productos como aceites, grasas, frutas y hortalizas con aranceles menores a los que se aplican para el ingreso de la producción alimentaria extra comunitaria.
La decisión surgió luego de la evaluación que hizo el bloque europeo al revisar el sistema de preferencias arancelarias que utiliza para favorecer a las naciones en vías de desarrollo mediante el análisis de la evolución económica de cada país en los últimos años.
El Gobierno argentino mantuvo una serie de reuniones con funcionarios encumbrados de la UE para informarles que el país aun no había logrado recuperarse de la aguda crisis económica, por lo que era necesario sostener esas ventajas para el ingreso a esos mercados.
En ese sentido el presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Enrique Mantilla, aseguró que la decisión comunitaria "es beneficiosa porque la Argentina tiene un problema con las perspectivas de crecimiento".
El país registró un crecimiento de las exportaciones de solo el 10%, respecto del año pasado y apenas un 4,6% comparado con el 2001.