Las empresas Crucianelli (Armstrong), Apache (Las Parejas) y VHB (Oncativo, Córdoba) concretaron el primer embarque hacia México de las dos primeras sembradoras producidas a partir de una unión estratégica. El objetivo es diseñar, fabricar y exportar equipos de siembra directa que permitan competir con las sembradoras convencionales del mercado mexicano. Allí, las unidades de producción agrícola requieren maquinarias de menor tamaño que las que se fabrican para productores argentinos. El proyecto se denomina "315" y apunta al desarrollo de una sembradora con un ancho de labor de 3,15 metros y una menor cantidad de surcos, apta para suelos con desniveles como los de México.
Los equipos también tienen el aporte tecnológico de la firma Verium, que se dedica a la instalación de dosificadores variables. Si bien estas sembradoras ya cuentan con una experiencia exitosa en Venezuela, país al que llegaron a exportar 120 unidades entre 2006 y 2008, el mercado mexicano tiene muy arraigado el sistema tradicional de labranza y para poder insertarse es necesario provocar un cambio muy importante.
El Estado de Sinaloa es uno de los más avanzados en la producción de maíz. La superficie destinada a este cereal supera las 500.000 ha, con rindes de 8.000 a 15.000 kilos por ha, lo que deja algunos interrogantes sobre la aprobación que tendrán las máquinas argentinas.
Jorge Flores, responsable de Comercio Exterior de Crucianelli, se mostró optimista respecto de que "desde hace algunos años el sector mostró una actitud abierta a nuevas propuestas que permitan reducir costos y eviten el deterioro del suelo".
Agregó que el respaldo de los organismos oficiales es muy importante para ingresar a nuevos mercados. En la última exposición de maquinaria agrícola que se realizó en Sinaloa, los primeros días de febrero, las empresas establecieron contacto con la firma mexicana Nutrive SA, integrante del Grupo SACSA y distribuidora de fertilizantes líquidos, a quien designaron como distribuidor comercial.
En los próximos días saldrá para México un contenedor con una sembradora 315 de seis surcos a 52,5 cm que exportará Apache, y una de mayor tamaño, de 12 surcos a 76 cm perteneciente a la firma Crucianelli, para que Nutrive pueda hacer pruebas en parcelas demostrativas, de pequeños y de grandes productores, dato que no es menor si considera que el Grupo SACSA presta servicios a clientes con más de 100.000 ha.
Si bien las empresas asociadas creen que no habrá negocios importantes en un comienzo, están convencidas de que el cambio que plantean es positivo y podrán verse los resultados en el largo plazo. "La validación tecnológica tanto de la siembra directa como de la sembradora puede requerir un mínimo de tres años; sin embargo las perspectivas son prometedoras", aseguró Flores. No hay dudas que este tipo de acciones son un importante paso para que las empresas sigan adelante con sus producciones y puedan continuar en la senda de la generación de mano de obra genuina.