Las empresas vitivinícolas coinciden en señalar que los plazos de las cobranzas se están estirando sustancialmente y la incobrabilidad está asomando la cabeza, ya sea en el mercado interno como en el externo. De esta manera, a partir del último trimestre del 2008 y principios de este año, los establecimientos han decidido recurrir a "seguros de crédito". Estos tienen por finalidad proteger a la empresa de determinados riesgos comerciales que pudieran impedir el cobro de los créditos otorgados a compradores. Estos seguros cubren hasta el 80% y 90% del monto de cobertura otorgado a cada cliente o del saldo de la cuenta corriente impaga del cliente, el que sea menor.
Las bodegas pegan el grito
Los establecimientos vitivinícolas están sufriendo los embates de la crisis, entre ellos el ya nombrado "estiramiento en los pagos". Varios empresarios destacan que esta situación cada día se hace más complicada, llegando en algunos casos a extremos de incobrabilidad; de esta manera muchos han optado por recurrir a empresas de seguros para no tener más problemas, así como otros están en tratativas para llegar a ellas.
Desde Trivento, Mariano Chaud, gerente de Administración y Finanzas, confió que la compañía ha empezado a tener siniestros. "En el último trimestre hemos registrado tres incobrabilidades. Sin embargo, gracias a que contamos con una póliza esto no nos significó pérdidas". Agregó que la empresa tiene el 95% de la cartera de productos asegurada: "es un costo adicional pero nos deja tranquilos".
Por su parte, Pablo Silvestre, gerente de Exportaciones de Fecovita, comentó "Nosotros desde hace un tiempo que trabajamos con una póliza porque es una tranquilidad, sobre todo en estos tiempos". Añadió en este sentido que "más allá de cubrir los siniestros también advierten sobre la realidad económica del importador al que se le va a vender. Cuando uno arma la cartera de clientes, la empresa de seguros tiene que aprobarla ya que no se puede arriesgar a incorporar compañías que están en una mala situación económica, de esta manera nosotros tampoco nos perjudicamos", detalló.
Además de estas bodegas, hay otras que están analizando incorporar los seguros debido a que la situación cada vez es peor. Desde la Bodega Foster, el gerente Comercial, Julián Gómez, comentó que "estamos teniendo muchos problemas de cobranzas, es por esto que hemos decidido empezar a tramitar el seguro antes de que la situación se dilate más y tengamos un inconveniente importante".
Lo mismo sucede con Bodega NQN (Río Negro). Lucas Nemesio, director del establecimiento, sentenció, al igual que su colega, que están estudiando la posibilidad de implementar el seguro, principalmente en aquellos países con mayores riesgos o escasas referencias de los compradores.
Ricardo Giadorou, presidente de Dolium, destacó que su empresa está aguardando la implementación del "factoring", es por esto que no trabajan con el seguro. "En este caso el banco que nos presta se encarga de asegurarse con el banco del cliente en el exterior que nos paguen; de todas formas aún son promesas, espero que se lleven a cabo por que nuestros competidores (Chile, Australia y Europa) lo usan corrientemente, aventajándonos sustancialmente".
Desde la aseguradora Coface Argentina, Pablo Carbó, gerente Regional Cuyo, comentó que han notando un aumento en las consultas sobre los servicios, y han emitido nuevas pólizas; explicó además que muchas empresas han optado, debido a la inestabilidad, por tener sus cobranzas aseguradas.
Llegar al punto crítico
Los responsables de las empresas de seguro y finanzas coincidieron en destacar que debido a la evolución que está teniendo la crisis global, la situación se irá agravando en los próximos meses y podría mostrar su punto crítico a mitad de año.
Diego Brun, gerente Comercial de la aseguradora Casce SA, explicó a FINCAS que "hay un cambio en el endeudamiento, ya que debido a la dificultad de conseguir financiamiento bancario a un costo razonable, se están renegociando las condiciones con los proveedores, redefiniendo nuevos plazos".
Por su parte, Carbó destacó que el "principal problema es el incremento de impagos que se ha dado durante el último trimestre del 2008. Hemos recibido mayor cantidad de siniestros que los que se venían registrando; de esta manera estamos tomando medidas de mayor rigurosidad para la mejora de tiempos en la presentación de la información contable y financiera por parte de las empresas sobre las cuales recae el seguro respectivo".
De la misma manera, el gerente de Casce S.A puntualizó que el número de avisos se ha incrementado desde el último trimestre del 2008 y primeros meses de este año en comparación con los últimos doce meses anteriores. Sin embargo, comentó que fue en los mercados externos donde se vieron los primeros síntomas.
"Esto se debe a que la crisis ha impactado en estos mercados antes que en Argentina. Pero la crisis internacional no ha dejado exento a ningún país, aunque sí hemos notado que países donde antes no se percibía ningún riesgo, como EEUU, Alemania y Francia, en algunos casos se están produciendo prórrogas de pago e impagos. Esto marca un cambio profundo en los paradigmas", aclaró.
Estas empresas no sólo tienen sus seguros para el mercado externo, sino también para el doméstico. Desde las compañías destacaron que en el caso de Argentina los siniestros todavía no aparecen. El gerente Comercial de Casce dijo que "en este sector aún no se siente el impacto de la crisis, en relación a incobrabilidades. Igualmente se observa un aumento en los pedidos de avisos de falta de pago y prórrogas, pero no hay tasa de siniestralidad. Esto no significa que no la tendremos, solamente que demorará un poco más en llegar".
Acceso según facturación
Una de las realidades que presentan estos seguros es que no todas las bodegas pueden acceder a ellos. Desde Casce, explicaron que ellos admiten empresas que tengan un mínimo de facturación anual a asegurar de U$S 500.000. Más allá de esto destacaron que se analiza caso por caso, ya que hay compañías que tienen una línea de crecimiento importante, y no la descartan.
De esta manera, muchas Pymes deciden asumir el 100% de los gastos de la carta de créditos por sí solas y con esto minimizar los incobrables en el exterior.
Este es el caso de Bodega Los Cerrillos que no ha contratado hasta el momento ningún seguro de comercio exterior debido a que "los costos son muy altos en relación a los volúmenes bajos de exportación en Pymes como la nuestra", aseguran. Esto se da principalmente porque las bodegas chicas asumen mayores riesgos. Por Laura Saieg. Área del Vino