El Director de Comercio Exterior de la Ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro, describió la nueva política para el sector.Se propone romper con "la concepción tradicional" de la promoción de las exportaciones y habla de una "alianza entre el sector público y el privado para hacer una planificación estratégica conjunta". Enrique Avogadro, 31 años, flamante director general de Comercio Exterior de la ciudad de Buenos Aires, habla casi sin pausa. En el piso 13 de la torre en la que funciona el Ministerio de Desarrollo Económico de la ciudad, al que pertenece su dirección, contó a La Nación los planes que la administración Macri tiene para el sector.
"Inversiones y comercio exterior serán dos pilares fundamentales de la gestión. Queremos una ciudad más abierta al mundo, una internacionalización sostenida en valores estratégicos, como la tecnología o la generación de valor agregado", dijo.
Para reforzar sus palabras, destacó "la decisión política" de crear la Dirección a su cargo e incluirla en un organigrama en el que depende de modo directo del ministro de Desarrollo Económico, Francisco Cabrera.
En la cartera están definiendo los "sectores estratégicos" que delinean el perfil de la ciudad. En la lista preliminar figuran: tecnología de la información y comunicación, salud (laboratorios, equipamiento médico, biotecnología), industria cosmética e industrias culturales -audiovisual, discográfica, editorial y de diseño-.
"Los sectores fueron elegidos no sólo por su valor económico sino por la relevancia que tienen para proyectar la marca de la ciudad de Buenos Aires al mundo", explicó Avogadro.
La idea de romper con la concepción tradicional de lo que es la promoción de las exportaciones parece apuntar a una tarea de segundo grado o especialización. "Muchos piensan que el papel del Estado es organizar y promover misiones al exterior e inversas, ferias... Creemos que es necesario un mayor involucramiento del sector privado. Nos proponemos forjar una alianza entre lo público y lo privado para hacer una planificación estratégica conjunta", agregó.
-¿Cómo sería en la práctica?
-La agenda de capacitación, por ejemplo, debe ser definida por cada sector. Queremos tener mayor relación con las cámaras. Queremos una política de largo plazo, que no cambie según el color político de quien gobierne.
-¿Las organizaciones intermedias tendrán un papel protagónico?
-Trabajaremos para fortalecerlas porque, en definitiva, las cámaras y asociaciones son los sitios donde se desarrollan las empresas. Queremos delinear juntos la estrategia internacional, hacer un uso más eficiente de los recursos públicos. Acompañaremos durante el aprendizaje. Entonces, el Estado financiará hoy lo que aprenden, pero el año próximo serán ellos quienes aporten el dinero. No es que nos borramos, sólo que redireccionaremos los recursos a otra actividad.
Junto con el Consorcio de Promoción de Cataluña, y las agencias ProChile y Proexport Colombia, el caso de Irlanda es uno de los "modelos" en los que se inspirará.
Por último, Avogadro señaló tres sectores "relevantes" con los que su dirección tendrá una estrecha relación: turismo -la idea es instalar la ciudad como plaza ferial-; educación -lograr la internacionalización de las universidades-; y cultura -generar espacios de negocios en festivales que se hacen en Buenos Aires, como el de tango, jazz y cine-.
Por Florencia Carbone - Suplemento Comercio Exterior, Diario La Nación