¿Quién imaginaba que las frutillas mejoradas a partir del manejo genético o la grapa mendocina serían tan apreciadas en el exterior? ¿O que el ajo elefante, los espárragos y las semillas de papa malargüinas tendrían mercado asegurado en varios países? La exportación de productos no tradicionales -entre los cuales también se cuentan helados, cosméticos, herbicidas y plaguicidas fabricados en Mendoza- si bien aún ocupa una porción pequeña en los tableros estadísticos, es una alternativa interesante para pequeños y medianos inversionistas.
ProMendoza, a través del programa Pymexporta, apoya a varios de estos pequeños productores que tentaron a los mercados internacionales con rarezas por demás interesantes.
“Los productos tradicionales que exporta Mendoza son básicamente vino y mosto, frutas y hortalizas en fresco y algunas conservas como duraznos enlatados. Si bien los productos envasados pueden ser considerados como tradicionales en su conjunto, los alcauciles en conserva que están englobados dentro de esta partida arancelaria o rubro no lo son ni pueden ser considerados de la misma manera que el durazno enlatado”, definieron desde la entidad. En cambio el Producto No Tradicional para la Oferta Exportable de Mendoza se refiere a “aquellos productos transables (con capacidad de ser exportados) que no integren los principales rubros de exportación de Mendoza o, que si bien están enmarcados dentro de ellas, presenten características distintivas que los hacen diferenciarse del resto, siendo esta diferenciación una característica que le aporte valor al mismo”.
Veamos ahora algunos casos exitosos de exportación de estos productos.
Grapa mendocina, mejor que la italiana
En Bandera de los Andes, cerca de la ciudad, el ingeniero agrónomo Rolando Hilbing elabora una grapa aplaudida por los compradores extranjeros. El producto se creó con visión exportadora, con el objetivo de ser vendida en Europa donde la grapa tiene relevancia frente a otros destilados o aguardientes.
Con equipos comprados en 2002 la empresa Sol de los Andes, elaboradora de la marca Aniapa -premiada con dos medallas en la última Vinandino - comenzó a experimentar con orujos de uvas tintas, logrando buenos resultados tres años más tarde.
Tras un largo periplo para lograr la habilitación del Instituto Nacional de Alimentos por una cuestión de denominación de origen - sólo puede llamarse grapa a producidos en Italia, Suiza y Alemania- la firma logró llegar con el producto al exterior, bajo el nombre de aguardiente de orujo de uva. En este momento producen grapa de uvas tintas, Malbec, Sirah, Cabernet. Hoy además de comercializarla con fuertes cargas impositivas en el mercado interno, la envían a Suiza y Alemania.
“Estamos tramitando la inscripción en Canadá, porque allí compra directamente el Estado, estamos en tratativas con Colombia, y hemos logrado inscripciones en Brasil”, detalló Hilbing.
La grapa se considera hoy en el mundo un producto Gourmet. Se exporta por pallets, en contenedores consolidados. En general una vez realizados los análisis la habilitación para llegar a países como Alemania no es compleja. En particular si cuenta con análisis de universidades de Alemania que afirman que la grapa mendocina está al nivel de los mejores destilados italianos.
“En Argentina prácticamente somos los únicos productores, el competidor en Mendoza es Tapaus que tiene otro sistema de elaboración, pero nosotros elaboramos según la técnica italiana. El producto se exporta en botellas de medio litro. Estamos enviando entre 10 o 12 pallets de 500 litros al año. Si bien el valor agregado sigue siendo conveniente, tenemos mayores costos en vino, tapas y etiquetas, algo que el cliente extranjero no comprende y por tanto no podemos aumentar el precio”.
La grapa se exporta a un valor FOB de U$13, dependiendo siempre de los volúmenes,
Frutillas a Turquía
En San Carlos (Mendoza) y en el pueblo de El Maitén (El Bolsón- Río Negro) se cultivan frutillas de exportación que llegan a países lejanos como Turquía, Vietnam y Sri Lanka. La firma Viveros Andinos SA está primera en Argentina en niveles de exportaciones, encontrando competidores del mismo rango en Chile.
La empresa trabaja con distintas variedades europeas, las que pueden reproducirse previo pago de patente, como Macarena, Oso Grande, Camarosas, Festival, Earlybrites, Sabrosa, Albion, Camino Real y Ventana.
La encargada de exportaciones explica que la empresa tiene más de diez años en Argentina, con dos viveros que sacan cada año al menos cuatro millones de plantines de frutilla hacia el exterior, lo que equivale a cuatro contenedores completos. Brasil compra el 80% de esta producción que se realiza sólo una vez al año.
“Turquía, Sudáfrica y Francia son nuestros principales compradores, Vietnam, Sri Lanka, Indonesia, India y Brasil también están entre nuestros clientes”, detallaron.
Para lograr las variedades tan apreciadas por los paladares foráneos Viansa tiene convenios con universidades de California, que generan avances tecnológicos de manejo genético.
Sin barreras arancelarias para este producto, una vez realizados los análisis de hongos bacterias y virus, la frutilla puede ingresar prácticamente a cualquier país, aunque Europa sólo acepta hijas de plantas madre europeas, y Sudáfrica tiene una lista de plagas muy extensa, y cuesta cumplir.
El valor agregado de un producto de este estilo es importante: entre U$S10 y U$S13 el millar de plantines.
Micro propagación in Vitro
Malargüe no sólo es uno de los principales exportadores de semillas de papa. También lo es de variedades genéticas en etapa experimental. Estas variedades nuevas a las que se les practican pruebas de resistencia contra herbicidas y plaguicidas, están pensadas para ser exportadas a otros mercados.
Carlos Aguado, productor y presidente de la asociación que nuclea a los productores de semillas de papa explica que su hijo, ingeniero agrónomo, tiene un laboratorio en el que trabaja con un sistema de propagación o de reproducción (micro propagación) in Vitro. “Luego se comienza la etapa a campo para llegar a las primeras ventas. Lo que se exporta es el tubérculo, completamente sano, sin plagas, a esto le llamamos semillas”, detalló. Este producto agropecuario precisa cuidados diferentes, es un material joven de laboratorio que puede mantener la sanidad por cuatro años y sirve para reproducción.
En Malargüe se cultivan 1.700 hectáreas de papas de semilla, este trabajo está fiscalizado por el Iscamen y Sanidad Vegetal. La Asociación de Exportadores nuclea a 25 productores, que trabajan con un fideicomiso que les facilita la promoción y llegada a los mercados internacionales.
“A Europa y Estados Unidos no podemos exportar, porque no podemos competir. En los mercados como Brasil, Uruguay y Chile competimos con Holanda y Canadá, pero gracias a la relación precio-calidad estamos ganando espacios. No obstante en Brasil hay importadores muy fuertes que hacen presión para mantener los mercados holandeses y canadienses por las ganancias que obtienen. No obstante una vez que logramos exportar el cliente queda muy satisfecho. Puede que al año estemos exportando 20 containers. Nuestro plan es ir creciendo”, enfatizó Aguado.
Ajos gigantes
Atractivos a la vista, de buen sabor y aroma, los “ajos elefante” mendocinos se han posicionado en Estados Unidos, el Norte de Europa y en Japón. Claudio Schejter, productor y exportador de esta especie de ajo, explica que este emprendimiento -situado en el Valle de Uco- nació orientado a los mercados internacionales. El “elefante” es un ajo más grande, más vistoso y de un sabor más suave que el ajo común. Es considerado un producto gourmet.
Pese a que tiene buen valor agregado, este es un producto sobre el que pesan cada vez más barreras arancelarias. “Pagamos muchos derechos de exportación, y en la Unión Europa le han puesto cuota. Además del 5% de derecho de exportación este ajo sólo se le puede vender a alguien que posea licencia para exportar. En relación a nuestros competidores chilenos tenemos más desventajas, pero la calidad y el precio es igual”, explicó Schejter.
Aunque interesante, el ajo elefante es un producto que tiene su techo. “Se vende una hectárea de ajo elefante por cincuenta de ajo común. El sur de Europa no compra este producto, tampoco Brasil, la única salida sería el sudeste asiático pero ahí el ajo es muy barato”, aclaró el productor. Por Gabriela Malizia. Areadelvino.com