A un año de haber reabierto sus puertas, el frigorífico Carnes Carcarañá logró triplicar el personal ocupado tras haberse posicionado con buenas perspectivas en el mercado internacional. La firma comenzó a enviar 300 toneladas mensuales de carne vacuna deshuesada a Argelia y se prepara para exportar, en el transcurso de las próximas semanas, otras cien a Egipto.
Los envíos a esos países africanos comenzaron a mediados del mes pasado y el compromiso asumido por los compradores es mantener estos pedidos durante el resto del año. La planta, ubicada a la vera de la ruta nacional 9, fue reabierta para abastecer el mercado interno, pero hoy crece gracias a la exportación.
Los titulares de la firma son dos ex empleados de la empresa Friar, Edgardo Chesa y Héctor Lavagetti, quienes estiman que las perspectivas de exportación "crecerán en los próximos meses". Las gestiones también están encaminadas a concretar operaciones similares con Rusia y Chile.
El frigorífico fue reabierto hace algo más de un año por los actuales empresarios que pagan un alquiler de 5.000 pesos por el uso de las instalaciones. Ambos encararon el emprendimiento con algunos ahorros. La planta perteneció algún tiempo al ex frigorífico Carcarañá, que quebró a principios de los años 90.
"Estamos esperando la aprobación definitiva del mercado de la Comunidad Económica Europea (CEE) para poder ingresar a ese continente con cortes de la cuota Hilton", explicó Lavagetti a La Capital. "Como conocemos el mercado, preferimos tener un pájaro en mano que diez volando. La experiencia de más de 30 años manejando otras empresas hizo que aprendiéramos a andar con pies de plomo. El crecimiento es importante, pero debe ser lento", añadió.
Cada contenedor remitido a Argelia representa para la empresa -que pasó de 30 a 90 obreros- un ingreso de 34.000 dólares (1.230 por tonelada). La cuota Hilton tiene un valor económico superior, pero sólo se envían al Viejo Continente los cortes de bife, lomo y cuadril. "Probablemente contratemos más personal cuando vendamos al mercado europeo", relató el empresario. Las operaciones concretadas en el mercado externo no implicaron para la empresa dejar de atender el mercado interno. Favorecida por la devaluación, la empresa sigue creciendo.
Luego del cierre del frigorífico Friar, la planta estuvo cerrada alrededor de dos años. Los empresarios hicieron una inversión preliminar, cuya cifra no fue dada a conocer a la prensa. "La inversión fue importante para nosotros teniendo en cuenta que lo hicimos con los aportes personales", acotó.
"Mientras la moneda estadounidense se mantenga como está (a poco más de 3 pesos) la exportación es hoy una salida viable para este tipo de empresas. Nuestra estructura nos permite alcanzar estas metas y tenemos pensado crecer, pero todo a su tiempo", comentó.
La planta exporta en la actualidad un 80 por ciento de su producción. El interés de los titulares es continuar manteniendo el 20 por ciento de la faena al mercado interno. "La totalidad de las menudencias se sigue colocando en el mercado zonal porque hay que recordar que, en su momento, el sector de los achureros nos permitió dar los primeros pasos y mantener a los primeros 30 operarios", remarcó.
Fuente: Diario La Capital de Rosario