A tono con la fuerte recuperación del consumo, los alimentos gourmet se convirtieron en el producto estrella de la feria internacional Sial Mercosur, que se desarrolló la semana últimas pasada en Buenos Aires. Durante los tres días que duró el encuentro se cerraron acuerdos de exportación de alimentos nacionales por $ 27 millones, aunque los organizadores destacan que si se suman los contactos que se hicieron durante la feria, y que se espera que después terminen en nuevos negocios, la cifra treparía a $ 120 millones. En la edición argentina del Sial participaron más 550 empresas y la feria fue visitada por 25.000 personas, incluyendo compradores de 42 países.
El abanico de rubros fue tan amplio como la propia industria alimentaria, aunque la mayor demanda internacional se registró en los productos de alto valor agregado.
"Si hubo un rubro que se destacó fue el de los alimentos gourmet, con una fuerte demanda de conservas, mermeladas, jaleas y aceites de oliva", señaló Marcelo Elizondo, director de la Fundación ExportAr, que organizó una misión comercial inversa, trayendo a Buenos Aires a una decena de empresas extranjeras interesadas en comprar productos elaborados en el país.
La lista de compradores estuvo encabezada por cadenas de supermercados de Chile, Brasil, Portugal y Japón, lo que posiblemente estuvo ligado al hecho de que la feria Sial se desarrolló en forma conjunta con las jornadas organizadas por la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que fueron cerradas por su presidente, Alfredo Coto.
La relación entre Sial y ASU no se termina en la organización conjunta de estas ferias. Ayer se confirmó oficialmente que la experiencia se repetirá todos los años.
"Buenos Aires fue la primera sede del Sial fuera de Francia, y ahora está confirmado que la capital argentina será una de las sedes anuales del encuentro junto con Montreal y China", dijo Gustavo Cinosi, presidente de Exposium América Latina, la firma organizadora de la feria.
Demanda de importados
El buen momento que vive el mercado doméstico también sirvió para terminar de convencer a algunas empresas extranjeras que anunciaron su decisión de comenzar a vender sus productos localmente. "Ya llegamos a un acuerdo para importar nuestra línea de arroces, que inicialmente se comercializarán en los supermercados del grupo Carrefour", expresó Alejandro Titiunik, gerente de Exportaciones de la empresa italiana Riso Inverni.
La cuenta que hacen los fabricantes europeos es que aun con el euro en su nivel máximo frente al dólar, en la Argentina existe un nicho interesante de compradores para los productos premium.
"Estuvimos viendo los precios en los supermercados de Buenos Aires y descubrimos que importando nuestros quesos desde Italia no estamos tan lejos de los valores de los productos locales. Creemos que en la Argentina hay consumidores dispuestos a pagar el doble de lo que hoy están pagando por un alimento importado", manifestó Alberto Auricchio, dueño de la fábrica de quesos Auricchio, líder en Italia en el rubro de quesos provolone, que ya había comenzado a importar sus productos en la década del 90 y con la crisis desatada en 2001 discontinuó sus operaciones.
Los fabricantes italianos de alimentos premium -agrupados en la asociación privada Italia del Gusto- especulan con que en el mediano plazo los productos importados ganarán competitividad frente a sus rivales argentinos. "En la medida en que la inflación se mantenga en estos niveles, la brecha entre los productos argentinos y los importados se irá achicando cada vez más", señaló Titiunik.
Por Alfredo Sainz - Diario La Nación