Las exportaciones argentinas de vinos siguen creciendo. Así lo confirmó un estudio presentado en el congreso de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), sobre la vitivinicultura mundial. En este caso, Argentina ya alcanza el 3,55% en la participación de las exportaciones mundiales de vino, muy pegada a Portugal. Un dato interesante es que en los últimos seis años Argentina creció en volumen exportado un 232,7%. Las cifras son alentadoras y varias fuentes consultadas por Fincas aseguraron que antes del 2020, plazo para alcanzar el 10% en las exportaciones mundiales
(según el PEVI), estaríamos superando la cifra propuesta.
“Las exportaciones argentinas están atravesando un muy buen momento, gracias a
una demanda creciente del Malbec, especialmente en los Estados Unidos. Por primera
vez, desde que Argentina empezó a salir al mundo, hay un reconocimiento,
y casi una moda del Malbec argentino”, consideró Cecilia Razquin,
gerente de Exportaciones de Bodega Catena Zapata.
En este sentido, un estudio de la consultora Caucasia Wine Thinking asegura
que al mes de mayo de este año las exportaciones argentinas de vino para
el 2007 (enero - mayo 2007) en total alcanzaron una suba del 31% en valor, logrando
llegar a los u$s 177.311.997 y en volumen aumentaron un 36% (126.940.190 litros).
Desglosado, los vinos fraccionados tuvieron un crecimiento del 28% en valor (u$s
158.365.409). Mientras que en litros lograron los 70.246.442 litros, lo que se
traduce en un aumento del 14%.
"Yo creo que las exportaciones seguirán creciendo no a un ritmo del 40% ó 50%
anual, pero van a llegar con un buen promedio, que me animaría a decir, entre
un 20% ó 30%, lo que es bastante lógico teniendo en cuenta la tendencia actual",
dijo Luis Steindl gerente de Operaciones de Bodegas Norton.
Para el gerente de Exportaciones de Trivento, Leandro Bastías, la realidad
es similar: "si hacemos una segmentación por precio (FOB/caja 9 litros), Argentina
está creciendo a tasas de más del 50% en volumen, en las categorías de precios
de más de USD 50 FOB, a tasas mucho menores en las categorías de precios más bajos
e incluso decreciendo a tasa del -11% en la categoría de USD 13 FOB. Esto es sumamente
positivo, ya que el resultado de nuestros esfuerzos se refleja en el incremento
en ventas de las categorías de mayor valor agregado. De esta manera, Argentina
puede apartarse poco a poco de la imagen de proveedor de vino barato". Además
agregó que "de todas formas, el crecimiento podría tender a desacelerarse a medida
que vayamos logrando mayores volúmenes, y esto es normal".
En el caso de las exportaciones mundiales, el estudio de la OIV muestra
a nuestro país ocupando un cómodo noveno lugar dentro del panorama global. En
este caso el ranking lo lideran Italia, con el 20,58%; seguido de Francia, con
17,71%; España, con el 16,83%; Australia, con el 10,05%; Chile, con el 5,46% y
EE. UU, con el 4,55%.
Problemas a futuro
El escenario para las ventas en el exterior se ve alentador, sin embargo
todavía hay varios problemas por sortear.
"Hay expectativa de lo que pueda pasar después de octubre ya que la industria
está muy atada al precio del dólar. Para las pequeñas y medianas bodegas
no es fácil generar una canasta de divisas y un posicionamiento importante en
el mercado interno que permita bajar el riesgo de su negocio. También estamos
pendientes de los efectos que la crisis energética pueda tener sobre el transporte,
costos y la producción", aseveró Hernán Born, gerente de Exportaciones de Bodega
Tapiz. No obstante agregó que "participamos de un negocio creciente en la
que la gran cantidad de actores que han ingresado en los últimos años, sumado
al esfuerzo e inversión de las bodegas y productores por incrementar la calidad
del vino argentino, ha logrado dar un mayor reconocimiento de nuestros productos
en el exterior que se ha traducido en un incremento de las exportaciones".
Para Maxime Cavey, gerente de Exportaciones de Bodegas Salentein, las preocupaciones
son similares: "Por un lado hay que contemplar algo ajeno a nosotros como es la
economía del país y la incertidumbre que la inflación, además de los altos costos,
traen. Además, con el tema de la promoción, si bien se están realizando acciones,
los vinos argentinos no se conocen, y primero tenemos que hacernos fuertes
con la marca país y después con las bodegas en particular".
Calidad, calidad y calidad
La calidad de los productos es uno de los temas que más preocupan a los bodegueros.
"Si bien vamos hacia delante, debemos cuidar la calidad y no tenemos que inventar cosas raras. Hoy los franceses tienen muchas menos restricciones que nosotros, entonces no compremos el modelo francés con todos sus defectos de los que hoy ellos quieren salir", aseguró Steindl.
"El principal desafío es seguir incrementando nuestras ventas y manteniendo e inclusive aumentando la calidad de nuestros vinos. Esto implica que las bodegas deben seguir invirtiendo, sin pausa en el sector productivo para alcanzar el éxito", completó Razquin. Por María Soledad González - Diario Los Andes