Presente en el país desde hace más de cien años, la industria gráfica representa el 7,3% del Producto Bruto Industrial y el año pasado creció 7%, aunque se espera que este 2007 lo hará al 6%. La inversión en bienes durables en el sector es constante: fueron 100 millones de dólares en 2005 y 90 millones el año pasado. Se estima que ocupa unas 50.000 personas que se desempeñan en unas 6.500 empresas de todo el país que se encuentran atomizadas, utiliza un 74 % de su capacidad instalada.
Pero, como muchas otras, enfrenta problemas. Entre ellos, la gran cantidad de insumos importados, retraso en los precios de venta respecto al precio de esos insumos, impuestos sobre la producción en tanto se exime de IVA al importador en el sector editorial y la generalizada carencia de mano de obra capacitada, según la Federación de la Industria Gráfica Argentina (FAIGA).
Si bien las exportaciones crecieron en los últimos años, la rama editorial, que sigue padeciendo una fuerte competencia del exterior, especialmente libros y tiradas menores en el mercado interno. En contrapartida crece la demanda del mercado local en el sector de consumo masivo (material promocional, packaging, etiquetas) y se exportan productos no tradicionales.
Múltiples ramas
El sector está integrado por varias ramas, que son, en orden de importancia: impresiones comerciales, packaging, editorial, revistas, libros, catálogos y diarios. Fernando Leiro, presidente de FAIGA, explica que "en la segunda mitad de los 90, hubo fuertes inversiones y en la crisis los empresarios estaban muy endeudados en dólares, pero a la vez, la reactivación los encontró muy bien equipados y se experimentó un rápido repunte".
Según datos del INDEC, la cantidad de mano de obra ocupada en el sector aumentó menos, proporcionalmente, que el incremento de las horas trabajadas en los últimos años. ¿La causa? El avance tecnológico ¿fruto de las inversiones¿ permite una mayor productividad, pero la falta de personal capacitado incide en que también cada empleado trabaje más tiempo.
Leiro reclama la necesidad de tener "en la industria editorial el mismo tratamiento de IVA para la industria gráfica local que para las editoriales, seguimos sufriendo la llegada de mucho material desde el exterior, muchos insumos se importan y pagamos IVA en toda la cadena productiva. Pero se pueden traer libros desde el exterior sin pagar IVA, lo hacen muchas editoriales sobre todo medianas y pequeñas".
Siempre según fuentes de FAIGA, entre 2001 y 2006 los precios de la industria gráfica se incrementaron en un 83 %, mientras que el nivel promedio de precios mayoristas de los demás sectores industriales fue del 180 %. En contrapartida, los costos del sector habrían aumentado casi tres veces más que los precios de venta.
Exitos de diseño
Pero hay ramas, y compañías, con mucho optimismo. Establecimientos Gráficos Impresores, es una empresa desarrollada por la familia Recio que produce estuches, etiquetas y material promocional. Ocupan 280 empleados, con una facturación anual de 100 millones de pesos y exporta el 15 % de su producción. "Hace 15 años que exportamos a los mismos países. Hoy, el tipo de cambio nos posiciona bastante bien respecto al mercado internacional", dice Marcelo Recio. "En 2002 teníamos 100 empleados, en 2003 hicimos un gran esfuerzo y compramos 100.000 m2 en el parque industrial de Pilar. Este año vamos a incorporar unas 40 personas que estamos capacitando e hicimos una muy fuerte inversión en bienes de capital. Esperamos un crecimiento del 10% por sobre la inflación del año". Y agregó: "el empresario gráfico es antes gráfico que empresario, somos empresas familiares, no multinacionales y apostamos a largo plazo, no nos vamos a ir en medio de una crisis".
¿Qué exportan? "Lo que más se está requiriendo en el exterior hoy es el valor agregado de la calidad argentina, todo lo relacionado con el diseño, el detalle. Esto es importante en perfumería, un fuerte nuestro" y sostuvo que "el extranjero está comprando por el alto nivel de calidad en estos productos especiales". Por Anahí Abeledo. Diario Clarín