La exportación de servicios pone en marcha una industria sin chimeneas: en el mundo moviliza 827.000 millones de dólares anuales, crea puestos de calidad y sube el promedio de los salarios. Si la Argentina consiguiera un punto adicional de participación en ese negocio, el PBI crecería un 8 por ciento. Así lo manifestó el associate partner de PricewaterhouseCoopers, Enrique Babis, en el panel "La industria nacional, su importancia y la competitividad del valor agregado", desarrollado en el Tercer Encuentro Empresarial Académico, organizado por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
De la discusión también participaron el director de Recursos Humanos de Ternium Siderar, Miguel Angel Punte, y el presidente de Bio-Sidus, Marcelo Argüelles. Unas 500 personas escuchaban atentas el diagnóstico de los industriales, que se refirieron a la oportunidad histórica que tiene la Argentina para conquistar nuevos mercados.
Según Babis, el sector que más convendría desarrollar es el de los servicios, que hoy moviliza 960 millones en el país, el 50% de los cuales ingresan por exportación. "Muchas compañías invierten en nuestro país, especialmente en el desarrollo de contenidos, tutorías online, procesamientos de contabilidad, servicios contables, call centers", enumeró. Apuntó que las empresas de otros países buscan la calidad de los recursos humanos y también el bajo costo laboral. Y sugirió conseguir nuevos talentos que estudien carreras relacionadas con la tecnología y procurar condiciones de estabilidad.
Argüelles también subrayó la necesidad de reforzar el círculo virtuoso que integran la educación, el desarrollo y la innovación como medio para fortalecer el crecimiento económico.
"Pensamos el conocimiento como fuente del desarrollo", sostuvo, y se explayó en las aplicaciones de la biotecnología que la empresa exporta al mundo.
Para Argüelles, es "imprescindible" que se generen políticas macroeconómicas de largo plazo. "Son dos condiciones bastante difíciles de conseguir en nuestro país", apuntó.
Por su parte, Punte se refirió a los cambios que deberán instrumentar las industrias para integrarse en la economía globalizada. "El cambio en la información modificó la gestión. El desafío es alcanzar una formación profesional distinta para trabajar en un mundo laboral diferente", afirmó el directivo. Diario La Nación