Estos grupos permiten que pequeños productores puedan exportar en conjunto y acceder a mercados más competitivos. El propietario de un pequeño emprendimiento productivo que tiene la oportunidad de vender su producto a muy buen precio en el exterior, pero no cuenta con el volumen de producto necesario, tiene diversas alternativas. Una de ellas es la conformación de un consorcio de exportación. Se trata de pequeñas agrupaciones de productores o fabricantes de una misma línea de productos (o complementarios) que se unen para concretar ventas al exterior. Así, se organizan a través de la constitución de un ente jurídico que se diferencie de sus integrantes sin que por ello les haga perder individualidad. Cada uno de los empresarios que conforman la entidad adoptan un compromiso comercial y empresarial entre ellos, determinan un reglamento interno que regula lo que aporta cada una y los derechos y obligaciones de cada una de las partes.
Sobre las características de esta figura asociativa disertó el ingeniero agrónomo Marcelo Miri, de Fundación ArgenINTA. El profesional estuvo el pasado martes de visita en la provincia, ocasión en la que mantuvo reuniones con productores de espárragos, aceitunas, aceite de oliva, vinos y pasas de uva.
En diálogo con Diario El Zonda, Miri reflejó la tarea que lleva a cabo la fundación a la que representa, muy enfocada a la promoción en los propietarios de pymes y micropymes de la conformación de estos consorcios de exportación.
En este sentido, rescató los buenos resultados de proyectos como el de un grupo de productores de cerezas en Chubut, de aloe vera en Pergamino, de Pimientos en Buenos Aires y las expectativas de próximas conformaciones, en particular la de un grupo de productores de conejos en Córdoba y otro de cítricos en Entre Ríos.
“Entre los principales beneficios de formar un consorcio de exportación es que se puede obtener un volumen de producción necesario para atender un mercado externo. Además, agruparse significa un ahorro de costos, el ofrecimiento de una marca propia y la homogeneización de la calidad de los productos”, explicó el experto.
Para formar uno de estos grupos, aclaró Miri, deben reunirse entre cinco y 15 productores que deberán estar manejados por un coordinador general, cuya función principal será la de mantener a los productores unidos. “Si son más de 15 es muy difícil el manejo y con menos de 5 no se llega al volumen de producción necesario para exportar”, agregó.
Por último, Marcelo Miri dijo haber percibido entusiasmo por los productores locales, en especial por los elaboradores de aceite de oliva. Este no es un hecho menor, dadas las innumerables referencias hacia la falta de espíritu asociativo de los empresarios sanjuaninos. RT.MP. El Zonda