Las exportaciones de carnes vacunas orgánicas, en este caso por intermedio de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), si bien en una operatoria que es incipiente, se ha convertido en una alternativa de comercialización para más de 200 pequeños y medianos productores, que por falta de escala no tenían esa posibilidad. Desde 1996, la entidad comenzó a trabajar en un programa denominado ACA-Beef a partir de una fuerte demanda de las cooperativas asociadas para que la entidad tuviera mayor participación en la producción e industrialización de carnes estándar.
Desde un principio fijó sus objetivos en la diferenciación por el concepto de la calidad de las carnes argentinas, que si bien ya era reconocida, pesaba sobre ella una imagen de falta de regularidad. Y desde diciembre último, en función de la demanda externa y a solicitud de sus productores asociados, agregó al programa la carne orgánica. Así, ACA se suma a EcoPampa en la comercialización de un producto libre de agroquímicos y fertilizantes.
El gerente de comercio de carnes de ACA, Nicolás Lotrechiano, explicó a LA NACION que, si bien la Argentina es un país productor de carnes en forma natural, la gran agriculturización de los últimos años provocó el desplazamiento de la ganadería hacia zonas marginales, donde no se podía desarrollar la agricultura. "Estas son zonas básicamente de producción orgánica", apuntó. También hay ganaderos que desarrollan la actividad "por convicción", en zonas agrícolas.
-¿Cómo surgió la idea en ACA de comercializar carne orgánica?
-Por un lado, hubo una demanda de esos productores cooperativistas asociados a la entidad que fueron desplazados a esas zonas marginales y que buscaban una alternativa de comercialización de sus carnes orgánicas.
Por otra parte, hay un reconocimiento que básicamente está dado por aquellos países europeos, fundamentalmente Inglaterra e Italia, con alto poder adquisitivo y preocupados en consumir productos sanos y amigables con el medio ambiente.
Vemos, además, que es un mercado creciente y con una demanda insatisfecha. No tenemos el suficiente volumen para abastecerlo.
Si bien por el momento la operatoria no es relevante, es importante para los pequeños y medianos productores asociados a las cooperativas, porque les significa un canal alternativo de comercialización en escala.
-¿Cuándo comenzaron a exportar este producto?
-Comenzamos este año vendiendo, incluso, a nuestros habituales compradores de carnes convencionales.
-¿Qué volumen exportaron?
-Hasta el momento embarcamos tres contenedores hacia Europa, de 11 toneladas cada uno, con partes iguales entre carne orgánica y convencional.
-¿Qué tipo de cortes se exportan?
-Son cortes frescos especiales de alto valor que forman parte de las 150 toneladas de cuota Hilton (bifes angosto y ancho, corazón de cuadril y lomo), que tenemos asignada.
-¿Se paga un sobreprecio por esa carne orgánica?
-Los compradores europeos reconocen un precio diferencial del 20% superior al de la carne estándar. Pero no olvidemos que sólo el 7% de la res se destina a esos cortes especiales.
Además tenemos convenios con frigoríficos para utilizar sus instalaciones y cubrir parte de la cuota que a veces ellos no pueden satisfacer.
-¿Cuáles son los principales compradores?
-Holanda, Inglaterra y Alemania.
Control de calidad
En cuanto al programa ACA-beef, para carnes de todo tipo, Lotrechiano señaló que la idea es ofrecer una garantía de calidad."Es un esquema de control cuyo fin es mantener las características de la carne argentina, integrando a los productores asociados a las cooperativas, utilizando las mejores genéticas con las razas Angus, Hereford, Shorthorn y sus cruzas -se exige como mínimo un 25% de sangre británica-, y otras especies menores para, mediante un seguimiento productivo, lograr un producto homogéneo y consistente de acuerdo con lo que es la carne argentina y con lo que exigen los compradores", apuntó.
En ese sentido, el cooperativista recordó que tiempo atrás, durante un seminario realizado en la embajada de Alemania en Buenos Aires, los importadores de ese país, en el contexto de la reapertura de los mercados, se quejaron de la calidad de la carne argentina que estaban recibiendo.
"Los alemanes advirtieron que muchas veces recibían un producto excelente y otras veces, no. Que no había homogeneidad y consistencia en los envíos", concluyó el dirigente cooperativista.
Por Roberto Seifert
Fuente: Diario La Nación