La firma De la Tierra vende en España tapados para perros tejidos en los Valles Calchaquíes.
Para los perros, París no es la meca de la moda. Tampoco Milán o Nueva York. Las nuevas tendencias nacen en los coloridos cerros de los Valles Calchaquíes. Allí, las mujeres del lugar tejen tapados que lucirán los canes más fashion de las distintas capitales del mundo. La idea surgió hace un año cuando Estela Quintás, que había estado trabajando en el rubro textil, imaginó un producto exportable para un mercado en crecimiento: el de los perros nacidos en países ricos, es decir, las mascotas que reemplazan a hijos o hermanos.
Gracias al contacto que estableció con Gloria Aband, presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, Quintás viajó a Salta y no dejó pueblo sin visitar. En su recorrida encontró a las tejedoras, mujeres que conservaban un preciado oficio, pero que no sabían qué hacer con lo que producían. Allí, de cara a los cerros, se sembró la cuna de la moda perruna, y nació la Pyme De la Tierra, en mayo de 2002.
"Cada vez que Ramona (su perra) me ve con un pedazo de tela en la mano, cree que es una mantita para ella", cuenta Quintás, mientras saca de una bolsa decenas de tapados en diferentes talles y colores, todos reversibles con dos bolsillos en composé, y algunos con cuello alto. No se ve una costura ni un hilo suelto. Todos los detalles están cuidados como en la alta costura.
Ella imagina los modelos y se los encarga a las tejedoras, y luego realiza el armado final en Buenos Aires. La lana que se utiliza se lava sobre la piedra del río con sustancias neutras, un procedimiento -según explicó- que se piensa mantener ya que con el tiempo la firma aspira a tener la certificación para productos ecológicos.
Con una inversión que ya suma 150.000 pesos, De la Tierra puso una oficina de negocios en el centro de Barcelona, que se dedica a buscar importadores, e hizo un estudio del mercado español.
La semana última, uno de los distribuidores más importantes de España le pidió una cotización por 2000 unidades de cada uno de los siete talles en cuatro modelos, lo que sumaría unas 56.000 mantas.
Mientras tanto, la primera exportación está a punto de partir rumbo a ese país. "Necesitaremos cientos y cientos de mujeres que hilen, tejan, tiñan y laven", adelantó.
En Europa los precios son competitivos. Los productos van de los 8 a los 15 dólares. Es un destino que encierra posibilidades de venta porque las mascotas gozan de ciertos privilegios: usan vestidos de noche, viajan en subte y hasta van al psicólogo. "Nos pidieron un muestrario en Canadá, otro en Suiza y ya enviamos uno a un distribuidor de Nueva York", contó. En el futuro imagina ingresar en Japón, pero primero se establecerá en España, donde hay 4 millones de perros.
- Un modelo
De la Tierra nació como un consorcio de exportación. Cada mujer que teje es una empresaria en sí misma, que lo hace con indicaciones y estándares específicos. El proyecto tuvo desde el inicio el apoyo del Programa de la Mujer Argentina en el Exterior, presidido por Laura Velásquez, y del Departamento de la Mujer de la Confederación General de la Industria, encabezado por Irene Kampel. Para Quintás, éste es un modelo de negocio que se puede copiar para otros pequeños emprendimientos. "Tuvimos el asesoramiento de varios profesionales de la Fundación ExportAr", comentó al tiempo que advirtió que como toda exportación "requirió desde un buen despachante de aduana hasta diseñadores gráficos para que hicieran el logo y la página web".
Por Lucila Marti Garro
Fuente: Diario La Nación