En la Cancillería descubrieron que para exportar más hace falta diversificar mercados. Y bajo esa clave diseñaron la nueva política comercial que aplican desde hace un año, y que básica mente consiste en negociar simultáneamente en varios frentes y escenarios, lo que ha permitido la apertura de mercados que podrían significar un repunte de las exportaciones. Lo calculan en 2.500 millones de dólares anuales, cerca de un 10% más que las ventas externas actuales. "La estrategia multipolar tiene efectos que se reflejan tanto en el crecimiento de las exportaciones como en el mantenimiento de los mercados críticos. Luego de un año de esta agresiva política comercial, pueden encontrarse resultados de la misma en el Mercosur, Estados Unidos, la Unión Europea, Chile, México y Sudáfrica", señaló el Centro de Economía Internacional (CEI) de la Cancillería.
- Estrategia de negociación
Básicamente, la estrategia comandada por el vicecanciller, Martín Redrado, es forzar negociaciones y acuerdos por producto con diferentes países o bloques, en simultáneo a que la Argentina, como parte del Mercosur, encara discusiones a más largo plazo, como el ALCA o la ronda del milenio de la OMC.
En 2002, debido a la crisis, las exportaciones del país se mantuvieron en los mismos niveles que el año anterior, algo por arriba de los 26.000 millones de dólares. Pero para este año, oficialmente se espera un repunte de hasta el 15%. Además de la mayor competitividad que permitió la devaluación, según el análisis del CEI, para lograr ese objetivo será fundamental el aporte de este tipo de negociaciones comerciales.
"Hasta aquí la política comercial multipolar permitió evitar la segura caída que habrían tenido las exportaciones en un escenario post default-devaluación. En la medida en que reaparezca el crédito, la recuperación que evidencian las exportaciones en el último semestre del año pasado se consolidará en 2003 y los mercados abiertos podrán ser íntegramente aprovechados por el sector privado", evaluó el informe oficial.
Un sector privilegiado por esta política fue el automotor, ya que durante 2002 la Cancillería firmó acuerdos específicos con Brasil, México y Chile. En los tres casos esos convenios se tradujeron en cifras favorables. Hacia México, las ventas de autos crecieron un 89% respecto de 2001, llegando a 338 millones de dólares. Y hacia Chile lo hicieron en 81%, superando los 115 millones. Esta buena performance, además, favoreció a otras industrias complementarias: por ejemplo, aumentaron las colocaciones de neumáticos a ambos destinos.
El informe oficial destacó además las negociaciones con EE.UU., que permitieron reabrir el Sistema Generalizado de Preferencias para 57 productos que comenzaron a ingresar a ese mercado sin pagar aranceles. Un ejemplo: el año pasado se exportaron US$ 71 millones en diversas manufacturas de cuero.
La Cancillería destacó que "también logró que quedara exceptuado el acero de las medidas de salvaguardia impuestas por EE.UU., lo que hubiera afectado a exportaciones por 150 millones de dólares". Otro éxito, según la óptica de los diplomáticos, fue el fallo favorable que obtuvo la Argentina en un panel de la OMC, referido al tema agrícola, que explicó el aumento (del 50%) en las exportaciones de grasas y aceites a Chile.
En el caso de Brasil, según el CEI "se superaron diversas controversias que entorpecían el clima de negocios y se abrió el crédito al comercio exterior garantizado por los bancos centrales de ambos países. Esto, junto a la creación del Tribunal Arbitral Permanente, contribuyó a la consolidación del bloque".
Fuente: Diario Clarín