La producción de arándanos en la Argentina crece progresivamente, y aunque no se haya anclado aún en el gusto del consumidor local este berrie es muy buscado en los Estados Unidos y los países de Europa, especialmente Inglaterra. De hecho, toda la cosecha nacional tiene esos destinos. Se calcula que la evolución del sector es del 80 por ciento anual. El año pasado se exportaron 2700 toneladas por 25 millones de dólares y para esta campaña se estima que esas cifras treparán a las 4000 toneladas por unos 42 millones de dólares.
Un caso testigo del crecimiento en la producción y comercialización de esta fruta muy pequeña, color morado azulada y sutilmente dulce es la experiencia de la empresa exportadora Berries del Plata, que acaba de inaugurar una planta de almacenamiento, selección y embalaje en la localidad bonaerense de Lima, a 100 kilómetros de la Capital Federal.
La empresa, fundada en 1999, está integrada por las firmas productoras (FAAS SA, Cultivo Arándanos SA, Berries Argentinos SA, Tango Berries SA) y explota 150 hectáreas propias. Además le compra a otros cuarenta productores de todo el país y entre todos suman unas 400 hectáreas.
"El año último la exportación de la empresa alcanzó las 450 toneladas, y para esta temporada, que arranca en estos días y concluye en diciembre, estimamos exportar 700 toneladas por unos siete millones de dólares", dijo a LA NACION su gerente general, Fernando Skiarski, licenciado en Economía Agraria.
"Entre el 55 y el 60 por ciento se destina a los Estados Unidos, y el resto, a Europa, mercados que consumen la fruta en fresco", agregó el empresario.
Skiarski explicó que por la compra del predio, construcción y equipamiento se pagaron 600.000 dólares (un 60% financiado), que sumados a lo que se erogó por equipos adquiridos previamente totalizan una inversión de un millón de dólares.
Instalaciones
El flamante edificio tiene 1600 metros cuadrados cubiertos, de los cuales 1200 corresponden a cámaras frigoríficas y el resto a almacenaje y sala de máquinas. Puede recibir hasta 40 toneladas de fruta por día. La dirección de la obra estuvo a cargo del arquitecto Flavio Migliora.
En el momento pico de labor, trabajan en la empresa 85 operarios en dos turnos, de los cuales cuatro son permanentes y el resto es transitorio.
Durante la visita por las instalaciones, el gerente de planta, Mariano Bermingham, ingeniero agrónomo, y algunos de los operarios, entre ellas Graciela y Carmen, ponían a prueba todo el equipamiento para recibir la próxima cosecha.
"La mercadería sale embalada en pallets con cubetas de 125 gramos y de 150 gramos cada una", explicó Bermingham.
La empresa recibe del comprador por cada kilogramo 12 dólares (incluye costo y flete por vía aérea), de los cuales en promedio al productor le quedan entre 6 y 7 dólares por kilogramo producido. El costo de cosecha es de 1,20 dólares por kilogramo, en concepto de mano de obra. Cabe aclarar que la cosecha es manual.
"El precio es rentable, aunque no en la proporción que tenía dos años atrás. Hay que tener en cuenta que el crecimiento sostenido de la producción provocará aún más una baja en la cotización. Por ello, lo importante es lograr alianzas comerciales estratégicas para ampliar los mercados ya ganados y acuerdos antes de la temporada para asegurar la colocación de la producción", agregó Skiarski.
En el campo de este empresario (establecimiento FAAS SA), ubicado a unos pocos kilómetros de la planta, los cultivos están protegidos contra granizo, hay riego por goteo automatizado y toda la plantación está libre de malezas y está permanentemente al cuidado del encargado, Gustavo Huarte, ingeniero en Producción Agropecuaria.
El rendimiento de cada planta es de tres kilogramos por temporada y la densidad por hectárea es de 3300 arbustos.
Skiarski recordó que comenzó a producir arándanos en 1993 y su primera exportación fue de 40 toneladas. Contó que la idea de formar la empresa surgió de la necesidad de "aumentar volumen para exportar y aunar esfuerzos para invertir". Por Roberto Seifert - Diario La Nación