Zapatos, bailes, libros, gastronomía criolla, clases, fotos y películas tuvieron al 2x4 como protagonista en Roma. A pocos metros de la enorme muralla que separa Italia del Estado del Vaticano, un colorido afiche llama la atención: "Buenos Aires Tango", dice debajo de una pareja de bailarines. La imagen se repite en otros puntos de la espectacular ciudad, meca turística del mundo. Con el objetivo de transformarlo en "un bien de exportación permanente", entre el 12 y el 24 de este mes, la música más característica de la Argentina se adueñó de Roma.
En realidad se trató de una ambiciosa iniciativa que fue más allá de lo musical. Miles de habitantes de esta ciudad pudieron comprar zapatos y vestidos especialmente diseñados para bailar tango, libros relacionados con el tema, comer empanadas, probar vino y cerveza argentinos, tomar clases de baile, mirar películas nacionales y una muestra de fotos y hasta disfrutar del ambiente milonguero en espacios que buscaban recrear el ambiente de los viejos clubes de tango.
"No es ni más ni menos que mostrar en Italia el producto creativo más importante que tiene el país con grandes posibilidades de que esto se convierta en un bien de exportación permanente. Los organizadores quieren que sea el festival de tango más relevante que se haga fuera de Buenos Aires. La idea es hacerlo cada dos años y no limitarlo a Roma, se piensa llevar el espectáculo a Turín y Reggio Emilia", explicó la agregada cultural de la embajada argentina en Roma, Mercedes Parodi.
La funcionaria dijo que el debut en la ciudad eterna fue sólo "el punto de partida
para desarrollar el proyecto porque los italianos aman el tango". Más allá del
éxito artístico de la presentación, Parodi destacó que la iniciativa es un gran
elemento de promoción para el turismo.
La actividad fue en el Auditórium Parco Della Musica, por donde cada temporada -de septiembre a mayo-pasan unos 834.000 espectadores que llegan atraídos por algunos de los 800 espectáculos que se organizan.
Los socios fundadores del Parque de la Música fueron, hace tres años, il Comune di Roma -la Municipalidad-y la Cámara de Comercio. Además de música rock, pop, jazz, danza y arte, se organizan festivales de filosofía, matemática, historia.
Son 25 los festivales programados para cada temporada. Este año, el tango argentino tuvo su espacio. La movida tanguera se adueñó de la más grande de las tres salas que tiene el complejo. Las 1250 butacas estuvieron ocupadas cada noche y más de 25.000 participaron del festival.
Versión for export
Santiago Rosso, presidente de Tango Vía, organizador del festival que en marzo de cada año se hace en Buenos Aires, explicó a La Nación que la de Roma es "una versión de exportación" y recordó que desde hace tres años se hace un espectáculo similar en el Teatro Nacional Chaillot, de París.
Fueron 57 los argentinos que integraron la delegación de músicos, bailarines, cantantes, equipo técnico y de producción. El festival se organizó junto con la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería y el Ministerio de Cultura del gobierno de Buenos Aires y la producción artística estuvo a cargo de Carlos Villalba.
Silvana Grill, 30 años, coreógrafa de la compañía No bailarás, mostró su entusiasmo. Volverá a su academia de tango en Buenos Aires fascinada con el interés que generaron en los romanos las clases de baile. Más de 100 parejas, cada noche, se esmeraron para aprender los pasos.
"La mayoría eran romanos de entre 30 y 45 años que llegaron atraídos por la manera de relacionarse con la pareja que permite el tango. Les encanta la idea de aprender a bailar lo que consideran una de las danzas más sensuales, creen que es una cuenta pendiente que tienen", comentó.
La compañía El Arranque, el quinteto de Ramiro Gallo, la orquestas Vale Tango y la de la Escuela de Tango recibieron calurosos aplausos. La exposición Buenos Aires tango, un ensayo fotográfico de Carlos Furman que reunió en 60 imágenes las tres últimas ediciones del festival de tango de Buenos Aires, fue otra de las atracciones.
El espectáculo viajó hasta aquí gracias a un acuerdo entre la ciudad de Roma, la región de Lacio y el gobierno porteño.
"En los últimos 10 años Roma redescubrió el tango, son miles los apasionados por esta danza y hay muchísimas escuelas para aprender a bailarlo", dijo el sindaco di Roma -una suerte de alcalde-, Walter Veltroni.
Muchos dicen aquí que el Auditórium Parque de la Música es una verdadera fábrica
de cultura. En el caso de la Argentina podría transformarse, además, en el primer
paso para construir una política que haga del tango "un bien de exportación
permanente".
Por Florencia Carbone - Suplemento Comercio Exterior, Diario La Nación