Pyme, el sueño del despegue exportador
Las Pyme argentinas exportan poco. Sólo el 15 por ciento del total de lo que se vende en el exterior es producido por las pequeñas y medianas empresas, en comparación con el 41 o 53 por ciento que exportan sus pares españolas o italianas. De acuerdo con trabajos realizados por el Banco Mundial, la Cepal, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Fundación BankBoston, surgen las siguientes barreras para el sector:
* Falta de información sobre demandas potenciales y mercados.
* Demoras en las devoluciones tributarias.
* Falta de financiamiento.
* Deficiente apoyo estatal.
* Altos costos en trámites aduaneros.
* Reducidas economías de escala.
Al analizar la sumatoria de razones, nos encontramos con casos en el mundo donde una política definida de promoción de exportaciones permitió eliminar las trabas o disminuirlas y generar un alto crecimiento de las ventas.
Pero estos ejemplos no sólo vienen de Asia, también están en América, como es el caso de Chile, Costa Rica o República Dominicana.
En Chile, el Ente de Promoción de las Exportaciones (ProChile) logró aumentos muy importantes en las exportaciones trasandinas.
Los pilares de la estrategia que desarrolló fueron: una apertura comercial en los rubros donde los aranceles son muy bajos, complementado con acuerdos comerciales bilaterales (Mercosur, Unión Europea, entre otros); un incremento de los incentivos tributarios y financieros, y un gran apoyo institucional, donde la inteligencia de mercados instrumentada permitió encontrar nichos en el nivel global.
La simplificación administrativa y aduanera también dio sus frutos, convirtiéndose en los instrumentos más vitales de un sistema simplificado de reintegro a exportadores, en donde el mayor porcentaje se aplicaba a las exportaciones no tradicionales, y un sistema de pago diferido de derechos aduaneros para los bienes de capital.
- Tres elementos
Costa Rica, por su parte, basó su programa exportador en tres elementos: un contrato de exportación -por el cual las empresas que aumentan sus exportaciones obtienen reducciones arancelarias-, un régimen especial de Admisión Temporal muy flexible y de plazos variables, y la creación de las Zonas Procesadoras de Exportación y Parques Industriales, lo que generó un gran impulso a las inversiones extranjeras y un crecimiento de la producción exportable no tradicional.
Una característica especial de esas zonas francas es que el 40% de lo producido puede venderse en el mercado nacional, lo que está prohibido tajantemente en las zonas argentinas.
Por último, República Dominicana multiplicó sus exportaciones precisamente con la utilización de zonas francas. Estas constituyen el más importante de los instrumentos de promoción de las ventas externas del país. En enero de 2002 actuaban en estas zonas más de 500 empresas, con más de 175.000 trabajadores. En 2001 más del 85% del total de las exportaciones del país provenía de las zonas francas.
A eso le sumaron una simplificación de los trámites aduaneros de exportación que regían desde 1953 y una importante reducción arancelaria que permitió el ingreso de bienes intermedios para producción.
¿Es el tamaño un problema para exportar? Analistas que estudiaron el boom exportador norteamericano durante los 80 (de 1986 a 1991 las exportaciones se duplicaron), definieron dos conclusiones básicas:
Todos los productos de exportación que tuvieron éxito tenían una clara diferenciación. Ninguno fue commodity.
Ser una empresa grande no es una ventaja. Las compañías ganadoras del boom han sido de tamaño mediano y con gran experiencia en un campo determinado. Han tenido alta concentración y no elaboran muchos productos.
Un estudio de la Junta Británica de Comercio concluye que las empresas pequeñas gozan de una serie de ventajas que no tienen las grandes: pueden reaccionar rápidamente ante las oportunidades de exportación; es más sencillo coordinar la administración de exportaciones; la dirección de la empresa es más estable, por lo tanto los compradores extranjeros pueden tratar a las mismas personas durante más tiempo, y logran conocer más ampliamente a los clientes.
- Por resolver
Los países analizados partieron de una situación similar, los problemas de sus empresas eran los mismos que tienen las empresas argentinas.
Pero sus gobiernos tomaron la decisión de hacer frente a los problemas y combatirlos.
Podemos considerar que las tareas pendientes que le quedan a nuestro país son:
* El fortalecimiento de los órganos de promoción nacionales y regionales, aumentando la coordinación entre los mismos para mejorar la información sobre demandas y mercados.
* La simplificación de los trámites para exportación.
* Modificar la ley de zonas francas para que sean verdaderos polos de desarrollo de exportaciones.
* Ampliar los acuerdos comerciales firmados.
* Fortalecer los órganos de promoción nacionales y regionales, simplificar los trámites y modificar la ley de zonas francas son parte de las tareas pendientes.
Por Gustavo Scarpetta
El autor es docente de la Universidad Nacional de Córdoba.
Fuente: Diario La Nación