Mendoza tiene todas las condiciones para transformarse en el gran productor de orgánicos para el demandante mundo moderno. Geográficamente está en el centro del corredor bioceánico, pudiendo acceder a los puertos de Buenos Aires y Chile para exportar y juega un papel estratégico en el Mercosur.
Posee un clima favorable para el desarrollo de las actividades agropecuarias tradicionales: fruticultura, viticultura, horticultura, olivicultura, aromáticas y medicinales; con baja incidencia de plagas y enfermedades, lo que le permite aplicar sistemas de producción sustentables, basados en la producción integrada y/o orgánica o ecológica.
Otro factor favorable es la calidad del agua de riego que proviene en casi su totalidad de la fusión de las nieves y glaciares ubicados en la cordillera de los Andes. Además, disponemos de una buena infraestructura hídrica; tenemos una sociedad que entiende de la importancia del cuidado de tan valioso recurso y de empresas comprometidas con el cuidado del ambiente.
- En nuestras manos hay un enorme potencial
Mendoza es productor de frutas, hortalizas, vino y aceite de oliva y en fresco o industrializados y los exporta a los países demandantes de orgánicos. Ejemplos: las peras Williams a Estados Unidos y Europa; los vinos a Estados Unidos y Japón.
Dispone de una infraestructura de empaque y frío sobredimensionada y subusada que podría volcarse en parte al acondicionamiento y empaque de frutas y hortalizas orgánicas. Tenemos la ventaja de producir en contraestación con los mercados del norte y cultura exportadora.
También nuestro país dispone de la ley de Producción orgánica 25.197 aggiornada a la Legislación Europea y de los Estados Unidos y hay empresas certificadoras acreditadas y reconocidas internacionalmente.
El mercado interno si bien es incipiente hay que desarrollarlo. Tiene un enorme potencial, porque hay una población acostumbrada al consumo de frutas y hortalizas. Solo se requiere de campañas educativas y de difusión de las bondades de los orgánicos.
- Conclusión
Mendoza debe dar importantes pasos para transformarse en una zona productora de orgánicos para el mundo. Disponemos de grupos humanos capaces de cultivar excelentes frutas, hortalizas y uvas, poseemos una industria vitivinícola y frutihortícola de primer nivel, legislación ágil y moderna, empresas certificadoras reconocidas en los principales países compradores.
Sólo nos falta comenzar a caminar. Nuestras potencialidades son fantásticas. El mundo está reclamando productos orgánicos y nosotros los tenemos.
Los consumidores alemanes, ingleses, noruegos, suizos, americanos o japoneses aumentan constantemente su solicitud de alimentos orgánicos, llegando a tasas del 10 al 30% anual. Tal es la demanda que hay más de 15 millones de hectáreas en el mundo bajo estos sistemas de producción.
Según la European Crop Protection Association, Argentina es considerada un país limpio, porque sólo usa un kilogramo de ingrediente activo de agroquímicos por hectárea/año, cuando en Holanda se emplean 20 kilogramos y en Japón 17.5.
Fuente: Diario Los Andes