Pequeños fabricantes invierten en tecnología y toman más personal para cumplir con el convenio; se reactivan las comunidades. Para algunos empresarios, el convenio con Venezuela es para el sector de la maquinaria agrícola "un hecho histórico". En Yomel, fábrica levantada en las afueras de la ciudad bonaerense de Nueve de Julio, los operarios arman, ajustan y cargan en un camión partes de las fertilizadoras que saldrán de la planta cuando desde Zárate avisen que están listos los barcos que zarparán a Venezuela. "Es como que el sector ha sido tocado por la varita mágica", dijo su presidente, Jorge Luis Médica, al referirse al acuerdo con Venezuela. El empresario, que al mismo tiempo conduce la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), definió que "el desafío de vender en este mercado durante cinco años impacta muy favorablemente en el sector porque le va a dar la oportunidad a algunas empresas de crear una estructura exportadora".
Para esta pyme la exportación no es algo nuevo, pero el caso venezolano le permitirá pasar a comercializar al exterior del 15 al 30 por ciento de la producción. Exportará unas 500 unidades entre fertilizadoras, desmalezadoras, rastrillos y sembradoras por 1.200.000 dólares, para lo cual tuvo que invertir 300.000 dólares e incorporar 12 personas más a su planta permanente de 125 operarios.
Oportunidad
Sobre las calles del parque industrial de Lincoln, en la provincia de Buenos Aires, a 320 kilómetros de la Capital Federal, decenas de módulos de secadoras de grano fabricados por la empresa local Mega esperan para el embarque.
Esta empresa nacida hace diez años por iniciativa de dos socios y amigos, Marcelo Valfiorani -su presidente- y Marcelo Lombardo -vicepresidente- arrancó con 12 personas y un galpón de 400 metros cuadrados y hoy tiene 140 operarios y 4500 metros cuadrados.
Lombardo calificó a Venezuela como un buen mercado y una oportunidad. "Nosotros ya le vendíamos, por eso vemos que ese país tiene un potencial impresionante y es como ingresar en un mercado nuevo para el que hay que armar toda una estructura", agregó.
La empresa embarcará para ese país ocho equipos de cien toneladas cada uno, con 40 módulos en total. "Y no se venden ocho máquinas todos los días", calificó el industrial.
El negocio con Venezuela toma a esta pyme en plena expansión. "En el último año invertimos más de un millón de dólares en sistemas de informática, maquinaria y galpones con un crédito del Banco de la Provincia de Buenos Aires", concluyó Lombardo.
Impacto social
En los galpones de Chalero, fábrica de sembradoras y rastras de disco instalada en el parque industrial de Chivilcoy, los operarios reacomodan herramientas como parte de la reestructuración fabril que les impone el desafío de exportar por primera vez.
"Este es un hecho histórico que nos genera un cambio interno muy fuerte: debemos tomar más personal, invertir en equipos para adaptar la maquinaria a la agricultura venezolana, y mejorar y hacer más eficiente la producción con mayor rapidez y cantidad", dijo entusiasmado el presidente de la firma, Oscar Fernández.
La empresa va a embarcar 225 equipos y para ello invirtió con capitales genuinos 100.000 dólares en equipamientos y aumentó en 10 personas el plantel de operarios.
En su oficina los teléfonos y celulares no dejan de sonar. "La verdad es que estamos desbordados...", señaló el fabricante con una sonrisa de satisfacción. Fernández concluyó que esta nueva realidad "tiene un efecto multiplicador, genera movimiento y reactivación en toda la comunidad, porque el capital queda en el interior y en el país".
La producción, en la puesta a punto
El acuerdo con Venezuela implica para este primer año la exportación de 4000 unidades dentro de la variada línea de producción que tiene la industria de la maquinaria agrícola nacional. Fueron adjudicadas 40 pymes, pero se espera para 2007 la participación de la mayoría de las fábricas del sector.
El servicio posventa
Firmat
Como una actividad complementaria a la exportación de maquinaria agrícola a Venezuela, las empresas que participarán de la operación abrirán en aquel país un centro único de distribución de repuestos y servicio mecánico posventa, comentó Jorge Martín Vismara Vassalli, vicepresidente de Vassalli Fabril.
"Más allá de esa iniciativa conjunta, durante el primer año nuestra empresa enviará a ese país un equipo de técnicos que se encargará del mantenimiento de las máquinas en cosecha", agregó el industrial.
En tanto, Marcelo Lombardo, vicepresidente de la empresa Mega, comentó que junto con las máquinas que venderán a Venezuela enviarán técnicos para el armado y asesoramiento.
Oscar Fernández, presidente de Chalero, opinó que "el concepto de la venta no es sólo de la máquina, sino de todo el paquete tecnológico para producir con eficiencia". Fuente Diario La Nación