Dos argentinos con una gran ambición crearon en Boston, a principios de año, una empresa de arquitectura digital que hoy exporta desde Buenos Aires trabajos para firmas como The Stubbins Associates, encargada de construir el edificio de Citicorp en Manhattan. Tristián Adamo, arquitecto de 34 años, llegó a Boston en 2003 para hacer un máster en el MIT. Al poco tiempo, conoció a Maximiliano Guerra, de 35, en una fiesta organizada por la Universidad de San Andrés. Los dos compartían la experiencia de haber trabajado en firmas "punto com" y empezaron a barajar la posibilidad de poner en marcha un emprendimiento en tierras norteamericanas.
Fue en ese momento cuando se plantearon la gran ambición de dar el primer paso en la construcción de una marca país, que se materializó en la firma Archpartners. "Empezamos a analizar proyectos que tuvieran, además de un rédito económico, alguna relación con la Argentina. Investigamos las ventajas competitivas del país y estudiamos diversas tendencias que hacían evidente el crecimiento del outsourcing en diversas áreas. Vimos que China estaba posicionada en manufacturas y la India, en programación", contó Guerra, que antes había fundado con su esposa la firma Latin Travel.
"Nos pusimos a pensar qué podría tercerizar el país y notamos con las investigaciones que el tema de diseño digital crecería hasta 2015. Y como la Argentina es muy fuerte en arquitectura, decidimos acomodarnos en ese espacio para dar lo que pensamos como un paso inicial en la construcción de una marca país", agregó Adamo, que trabajó en producciones de efectos especiales para cine y televisión.
El desarrollo en EE.UU.
El dúo invirtió 40.000 dólares para armar la mínima infraestructura necesaria en la Argentina y Estados Unidos, que consistió en computadoras y software, entre otras cosas. De acuerdo con los emprendedores, el proyecto fue construyéndose sobre la marcha a raíz de su experiencia en empresas virtuales, que los acostumbró a "arrancar con poco y nada". Guerra viajó a la Argentina a seleccionar a los arquitectos para operar las oficinas locales, y en poco tiempo comenzó a funcionar la compañía, que no tardó en enfrentar su primer desafío. "Teníamos una desventaja clara: éramos argentinos, y vendernos en Estados Unidos fue complicado. Nuestra estrategia fue buscar argentinos en empresas ubicadas en Boston, y así fue como conseguimos nuestros primeros dos clientes. Después, el proyecto fue creciendo porque acá rige la cultura de la meritocracia, por lo cual, si hacés las cosas bien, podés tener un lugar", explicó Adamo.
¿Cuál es, en concreto, el servicio que ofrece Archpartners? "Lo que hacemos, básicamente, son imágenes y videos de edificios que no existen, que están en etapa de diseño", contestan los entrepreneurs . Este tipo de servicio permite a un arquitecto presentar un proyecto en una licitación y facilita a la inmobiliaria la venta de un edificio que está en etapa inicial. También es útil en cuestiones legales, según Guerra: "Hicimos unas imágenes para un arquitecto que quería hacer un edificio que temían que tapara el Empire State, y con la simulación pudo probarle al gobierno que eso no iba a ocurrir".
En ocho meses de operaciones, los socios hicieron crecer la empresa: comenzaron con 3 personas, sumaron otras 15 y facturaron 400.000 dólares. A fin de año, el plantel contará con 35 personas, la cartera de clientes incluirá 20 empresas y el balance mostrará una facturación de US$ 1 millón. "Trabajamos con grandes compañías y proyectos millonarios que imponen presión. Hace unas semanas un arquitecto ganó la licitación con nuestra presentación para construir tres torres en Singapur por 4000 millones de dólares. También hicimos la presentación para una torre en Nueva York, que va a demandar US$ 600 millones", explicó Guerra, quien destacó trabajos para Fox Development, BBG-BBGM y OfficeDA Architects.
En los próximos meses, los socios buscarán aumentar la capacidad productiva en la Argentina. "Queremos gente que haga trabajos de calidad. Hoy estamos trabajando al límite y buscamos una expansión ordenada. Por eso tenemos nuestra escuelita, donde estamos preparando cinco personas por mes", concluyó Adamo.
Por Mercedes García Bartelt
Diario La Nación