Las fábricas invirtieron en tecnología e incorporaron más personal para cumplir con el convenio, que para este año contempla la exportación de 4000 unidades. En un playón de más de una manzana de la empresa Vassalli Fabril SA, de esta ciudad santafecina ubicada a 370 kilómetros de la Capital Federal, esperan para ser embarcadas 50 imponentes cosechadores Don Roque, primera tanda de las 150 que la empresa exportará este año a Venezuela. Mientras tanto, en el interior de la fábrica, los operarios continúan a ritmo sostenido con el ensamble y los últimos ajustes de otras unidades.
El panorama es muy parecido al que se observa en otras pequeñas y medianas empresas (pymes) nacionales que a fin de mes -o principios del próximo- esperan concretar los primeros envíos de las 4000 unidades que por 113 millones de dólares el país le venderá este año a Venezuela, cifra que representa el 20 por ciento de la facturación del sector. La operación forma parte del convenio que por cinco años firmaron los presidentes de Argentina y Venezuela en Brasilia el año pasado y que significarán inversiones en el sector del orden de los 20 millones de dólares y la incorporación de 4000 nuevos puestos de trabajo. La operación significa para muchas pymes ingresar en el negocio de la exportación.
El paquete tecnológico incluyó, además, la capacitación por parte del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) a técnicos y agricultores venezolanos.
Todo comenzó en septiembre pasado cuando 40 empresas argentinas se presentaron en la feria rural venezolana de Barinas para mostrar sus productos en un país que necesita modernizar su agricultura e industria de la maquinaria agrícola. Para la primera adjudicación se priorizó a las industrias que estuvieron allí, pero a partir de 2007, el juego será abierto a más empresas.
La semana próxima llegaría el primer adelanto del pago, por parte del gobierno venezolano, equivalente a un 30 por ciento del total, según informó el presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), Jorge Luis Médica, y en unos días más comenzarían los embarques, que se realizarán en cuatro o cinco tandas.
En la vidriera del mundo
A lo largo de casi dos kilómetros sobre la ruta nacional 33 Vassalli Fabril tiene sus tres plantas, que ocupan unos 99.000 metros cuadrados (68.000 son cubiertos). Allí, Jorge Martín Vismara Vassalli, vicepresidente de la empresa, acompañó a este enviado por una recorrida para observar los preparativos en función de Venezuela.
"Volvemos a transitar el camino de la exportación; esto nos cambia la vida y nos permite compensar los ciclos de la cosechadora en el país, mantener un nivel de fabricación estable y planificar la tan preciada estabilidad que necesitan estas industrias", dijo el empresario, nieto del fundador de la firma, Roque Vassalli.
Vismara Vassalli ponderó que para la compañía es una ocasión muy importante, porque de las 260 cosechadoras que pidió Venezuela le correspondieron 150.
Agregó que tras la firma del acuerdo decidió con su hermana, Mariana Vassalli -presidenta de la empresa-, un programa de inversiones -cuyo monto mantuvo en reserva- para aumentar la capacidad instalada de la fábrica e incrementar la producción de 500 a 800 cosechadoras anuales.
El empresario dijo que tuvieron que comprar "de todo un poco": dos centros de cortes por rayo láser, importados de Alemania que se sumaron a los que ya tenían -y que se observaron en pleno funcionamiento-, y tornos con control numérico robotizado, entre otras herramientas. "Ya cumplimos la mitad del plan de inversiones...", agregó el industrial.
Hasta el año pasado trabajaban en esta fábrica 480 personas. Ahora son 550 en forma directa y otras 300 en puestos de trabajo indirectos.
"Las máquinas que exportaremos se adaptan a las necesidades venezolanas, aunque fue necesario agregarles orugas y una plataforma más pequeña para la cosecha de arroz", especificó Vismara Vassalli.
Significativo
"El negocio con Venezuela consolida una estrategia de producción tendiente a abordar otros mercados externos en mejores condiciones y nivel competitivo", dijo Egar Lambertini, vicepresidente de Carlos Mainero, fabricante de maquinaria forrajera de la ciudad de Bell Ville, Córdoba.
Mientras tanto, un desbordante despliegue de maquinaria aguarda en los 31.000 metros cuadrados cubiertos de galpones lista para embarcar y en donde trabajan 400 personas.
En ese sentido, Lelio Lambertini, vicepresidente segundo de la empresa y hermano del anterior, señaló que se embarcarán a Venezuela 350 unidades -entre cosechadoras, enfardadoras y rotoenfardadoras- por 4.000.000 dólares, prácticamente el 50%, en valores, de las exportaciones de la empresa para 2006.
Egar, a su vez, dijo que esta exportación debería representar del 10 al 12% de la facturación de la empresa, que es de 35 millones de dólares.
Por último Lelio apuntó que tuvieron que adaptar los tamaños de la maquinaria a las dimensiones de la producción agropecuaria venezolana, que necesita menos ancho de porte, como en el caso de la rotoenfardadora.
Abrir las puertas
"Si bien para nosotros no es tan significativo este negocio con Venezuela, porque hemos sido muchas las fábricas de sembradoras que participamos, decidimos hacerlo porque nos abre la puerta para un destino distinto, para que nos conozcan y podamos demostrar que nuestras máquinas son buenas", dijo Rosana Negrini, presidente de Agrometal, fábrica ubicada en Monte Maíz, Córdoba, a 500 kilómetros de la Capital Federal.
De las 250 sembradoras que se exportarán, a Agrometal le adjudicaron 47 unidades de dimensiones chicas (30 de seis surcos a 45 centímetros y 17 de 4 surcos a 60 centímetros), por 1.200.000 dólares.
Como esta planta ya está en expansión desde 2004, Negrini agregó que no fue necesario hacer inversiones extras. Tampoco hubo que adaptar las sembradoras, porque el modelo que exportarán ya lo tenían desarrollado.
Por Roberto Seifert. Diario La Nación