Las ventas en la Argentina se mantienen altas y la exportación abre nuevas oportunidades para las principales bodegas. Aunque la tasa de consumo de vino en el país viene cayendo como por un tobogán desde la década del 70 los bodegueros no se desesperan. La magnitud del mercado interno argentino todavía ofrece un ancho horizonte de negocios y las exportaciones dieron en el primer trimestre otra señal de expansión. En 1990 se bebían en el país 54,15 litros anuales por habitante y en 2005 esa cifra cayó a 29,18 litros pero una parte equivalente a los consumidores argentinos que se perdieron fue compensada por las oportunidades de negocios en el exterior, que crecen a un ritmo del 25% anual.
Las cuentas de 2005 cerraron con otra cifra récord de operaciones a los mercados internacionales (293,3 millones de dólares) y se comenzó a transitar 2006 con el mismo impulso. En el primer trimestre, se despacharon embarques por 74 millones de dólares lo que representa un aumento del 30% respecto del mismo período de 2005.
Hace una década ni siquiera en todo un año se alcanzaba a exportar la cifra del primer trimestre de 2006. Según datos de la consultora Caucasia Wine Thinking, en base a estadísticas de la Aduana Nacional, en el primer trimestre se vendieron 74 millones de dólares en vinos mientras que en el mismo período de 2005 se comercializaron vinos por US$ 57 millones.
Las ventas de mosto subieron en el mismo trimestre de 24 a 26 millones de dólares con lo que el ingreso por ambos derivados de la uva superó los 100 millones de dólares. El 54,3% del negocio exportador lo controlan las 10 bodegas líderes de la Argentina con Peñaflor a la cabeza que vendió en el trimestre 8.924.696 dólares (13,4% del total). La siguieron Esmeralda del grupo Catena con 6.332.957 dólares (9,5%), los chilenos de Trivento con 3.889.032 dólares (5,9%) y Norton con 3.796.521 dólares (5,7%). Más atrás se ubican La Agrícola, BVA (Santa Ana y Michel Torino), RPB (Baggio), Chandon, Fecovita, y Salentein. El restante 45,7% de las operaciones al exterior lo comparten 205 bodegas medianas y pequeñas.
Distinto fue el comportamiento del mercado interno donde se distribuye el 85% del vino elaborado en cada vendimia. Los cambios de hábitos de consumo, la competencia con otras bebidas como la cerveza y los amargos y la caída del poder adquisitivo de los asalariados hicieron disminuir la presencia del vino en la mesa cotidiana. Pese a todo, el mercado interno argentino conserva la fortaleza que le dan sus 1200 millones de litros anuales, un volumen de comercialización todavía respetable, según coinciden en señalarlo los gerentes de la Unión Vitivinícola Argentina, Sergio Villanueva, y de la asociación de industriales Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina.
"Al vino no le fue tan mal como parece. Pese a los cambios culturales, hoy se consume casi en la misma cantidad que de cerveza", dice Villanueva, mientras que Pina advierte: "El retroceso de los últimos años no sólo lo sufre la Argentina sino los grandes productores y consumidores mundiales como España, Francia e Italia". Para Villanueva, "la Argentina tiene ventajas competitivas importantes como la naturalidad de sus vinos, el nivel de productividad y la diversidad varietal. Todavía el volumen de exportación es chico en relación a su potencial".
También advirtió que ante las señales alentadoras del mercado "hay que ser realistas. La Argentina tiene el 1% de las exportaciones mundiales de vinos pero si sigue creciendo a una tasa del 25% anual su proyección a largo plazo muestra un esquema optimista".
Pina advirtió que ante este repunte no hay que dormirse en los laureles porque "la Argentina tiene feroces competidores como Estados Unidos y Australia". Según la visión de Bodegas de Argentina, la industria vitivinícola "hizo bien los deberes en los 90 incorporando tecnología aunque exportar era durísimo. A pesar de eso empezó a vender en los mercados que son vidriera y después de la devaluación las cosas mejoraron".
Pina consideró que aún con una paridad cambiaria favorable para el que exporta, las bodegas "hacen un gran esfuerzo para tener promoción en el exterior". Pese a los casi US$ 300 millones que se exportaron en 2005, la meta de mediano plazo es aproximarse al volumen de Chile y Australia que facturan entre 800 y US$ 1000 millones anuales. El Plan Estratégico Vitivinícola tiene como objetivo llegar a los US$ 2000 millones en 2020.
Por Sergio Dimaría
Corresponsal en Mendoza
Industria en expansión
Comercio: en el primer trimestre las exportaciones de vino totalizaron US$ 74.719.527 por la venta de 52.621.027 de litros. En el mismo período de 2005 habían sumado US$ 57.260.165 por 36.747.264 litros.
Valor: el precio promedio del litro cayó de US$ 1,56 en 2005 a US$ 1,42 este año.
Diario La Nación