El Mercosur se fue de Viena con un nuevo fracaso a cuestas en su largo camino de negociaciones comerciales con la Unión Europea, limitando sus contactos bilaterales a una reunión a nivel ministerial en la jornada de cierre de la cumbre. Allí, ambos bloques admitieron su imposibilidad de avanzar en las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio hasta que no concluya la Ronda de Doha de la OMC, que esperan se cierre en 2006, y volvieron a manifestarse a favor de "un resultado ambicioso y equilibrado" en su acuerdo bilateral. Como muestra del fracaso vivido por el Mercosur en Viena, la reunión entre bloques estipulada para la jornada de cierre de la cumbre no se pudo realizar a nivel de jefes de Estado y de gobierno y debió limitarse a un encuentro de cancilleres.
La imposibilidad constatada en los últimos meses de avanzar en las negociaciones bilaterales a raíz de la falta de acuerdo en la Ronda de Doha, y los problemas internos del Mercosur por la pelea entre la Argentina y Uruguay a causa de las papeleras, ya anticipaban un resultado negativo en Viena.
Incluso, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, decidió regresar a su país el viernes por la noche, al considerar que un encuentro UE-Mercosur de jefes de Estado y de gobierno no sería de ninguna utilidad.
Según el documento, la UE y el Mercosur reconocieron que "un resultado ambicioso y equilibrado en todas la áreas bajo negociaciones es decisivo para crear un ambiente seguro, estable y equitativo para dar oportunidades comerciales y de inversión para todos los miembros de la OMC".
La llamada Ronda de Doha se inició en 2001 sin que se haya logrado acuerdo debido a las diferencias entre las demandas de los países en desarrollo y las del Norte.
Los primeros solicitan una mayor apertura para el mercado agrícola, mientras que los países ricos exigen otro tanto para sus productos industriales y de servicios.
Si la Ronda de Doha es el gran obstáculo, los problemas de integración en el Mercosur también dificultan el entendimiento con los europeos. En ese sentido, y en el capítulo referido a la situación en ambas regiones, los países del Mercosur dejan expresamente constancia de que "el proceso de integración regional es piedra angular del desarrollo económico y social y un instrumento fundamental en la consolidación de la democracia y la estabilidad política de la región".
En lo relativo a la conclusión de un acuerdo de asociación interregional, precisan que éste debe ser concebido como un instrumento para reforzar las relaciones en sus diversos aspectos y "para contribuir a la reducción de las disparidades socioeconómicas existentes".
En el terreno internacional, ambas partes destacaron la importancia del sistema de Naciones Unidas y se comprometen a una mayor contribución en el proceso de reforma en curso del organismo, y para fortalecer sus capacidades en materia de fortalecimiento de la paz.
Finalmente, destacan que la estrategia regional de la UE para el periodo 2007-2013 se centrará en el apoyo a los esfuerzos del Mercosur en completar el mercado común, y en facilitar la implementación del futuro acuerdo de asociación.