Se trata de bodegas que elaboran productos muy exclusivos y que los colocan en los grandes mercados en pocas cantidades. Las denominadas bodegas "boutique", dedicadas a la producción en volúmenes pequeños de vinos de alta calidad, le están dando una vuelta de tuerca al negocio. Por un lado, han conseguido su lugar en el mundo, ya que son las que más terreno ganaron en el exterior en los últimos años, pero ahora también integran el segmento vitivinícola que más ha crecido en el último año en el mercado interno. Según un reciente informe del Fondo Vitivinícola de Mendoza, el consumo de vino en el mercado argentino cae por una pendiente desde hace 25 años, pero hay una "tendencia creciente en los segmentos de mayor precio promedio por litro, que aportan 10 % del volumen y 27 % de la facturación".
Las bodegas "boutique" -término que muchos empresarios del sector desprecian y consideran únicamente "marketinero"- exportan entre 50 y 90 % de su producción y en el mercado local colocan sus productos en vinotecas, restaurantes y hoteles cinco estrellas.
Varios modelos grafican la cuestión. En la localidad salteña de Cafayate, la bodega Yacochuya produce con los frutos de sus 20 hectáreas, situadas a dos mil metros de altura, apenas 70.000 botellas anuales de las cuales 35.000 viajan al exterior.
La mendocina Altos Las Hormigas elabora tres productos de sus viñedos de Vistalba, Perdriel y Valle de Uco: Bonarda Colonia Las Liebres (200.000 botellas), Malbec Altos Las Hormigas (400.000) y Reserva Viña Hormigas Malbec (50.000).
Altos exporta 90 % (75 % viaja a los Estados Unidos y 15 % lo hace a Europa, Brasil, Perú y Uruguay) y el otro 10 % se divide a cuenta gotas en vinotecas y restaurantes del barrio porteño de Palermo.
Viña de Cobos y Achával Ferrer, las dos bodegas mendocinas con mayor puntaje en los listados de los expertos estadounidenses, venden a ese país 90 % de sus líneas.
También en Mendoza, Renacer Bodega y Viñedos sólo produce vinos malbec, en tres líneas, una de ellas "ultrapremium": 65 % del volumen va a los Estados Unidos, Bélgica, Suiza, Luxemburgo y España.
"Uno de nuestros objetivos es brindar al mundo la posibilidad de disfrutar de un excelente producto y conocer a la Argentina a través de ellos", indicó Carlos Vázquez, director de la bodega.
Desde la localidad de La Consulta (en el Valle de Uco mendocino), Karim Mussi Saffie, propietario de Altocedro, asegura que su bodega se dedica a elaborar "un producto personalizado y del cual exportamos con éxito el 60 5 a Brasil, Estados Unidos, Irlanda, Holanda y Sudáfrica".
Altocedro también se especializa en malbec, ya que produce 27.700 botellas anuales de "Año Cero" y apenas 7.300 de su línea "Reserva".
Cavas de Santos (que tiene terruños en Mendoza y San Juan) exporta la mitad de sus 250.000 botellas anuales, pero según uno de sus propietarios, Santos Beck, proyecta crecer un 100 % en cinco años y expandirse a veinte países.
Conalbi Grimberg Casa Vinícola de Maipú (Mendoza) elabora unos 30.000 litros de cinco varietales, de los cuales 60 % exporta a los Estados Unidos y Brasil.
"Nuestros objetivos es seguir ligados al arte, la cultura y la excelencia. No masificar nuestro producto y mantenernos en el perfil de vinos clásicos que elaboramos", explicó Luis Conalbi, uno de los responsables.
Dolium, situada en la localidad mendocina de Agrelo, produce entre 120.000 y 150.000 litros por año, de los cuales envía al exterior entre 85 y 90 % (la mayor parte a los Estados Unidos) y sólo distribuye en restaurantes y vinotecas el pequeño porcentaje restante.
Diario La Razón