El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), destinara 40 millones de dólares, en los próximos cinco años al Programa Nacional de Sanidad Vegetal (PROSAVE), para optimizar los controles sanitarios que se realizan en ese marco.
Desde el organismo se puntualizó que ese monto se aplicará al desarrollo de tareas de mejoramiento de la sanidad y calidad frutihortícola de la Argentina, con el fin de fortalecer su competitividad en el mercado internacional. El Programa (que cuenta con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)) busca atacar las plagas existentes que atentan contra la apertura de diferentes mercados, así como en la economía del productor, debido a los importantes daños directos que ocasionan.
Por esa causa, en una primera etapa dará una respuesta estructural e integradora a tres problemas fitosanitarios definidos como prioritarios, por su impacto económico-social, actual y potencial.
En ese contexto, directivos del SENASA precisaron que se trata de las plagas Mosca de los frutos (de la cual la Patagonia esta reconocida como área libre), Carpocapsa y la Cancro citrícola, que generan un alto efecto negativo para la producción de frutas de pepita, carozo, cítricas y hortalizas.
Asimismo, en los tres proyectos se plantea un cambio tecnológico en la estrategia de vigilancia y lucha fitosanitaria a través del denominado Manejo Integrado de Plagas, cuyo objetivo es mejorar los niveles de control de las plagas, con el menor impacto ambiental negativo, con relación a las actuales estrategias de lucha.
La ejecución de las acciones previstas generará los cambios tecnológicos en los diferentes cultivos para el control de las plagas mencionadas, estableciendo un esquema de sustentabilidad no solo en lo sanitario, sino también en lo ambiental y económico, y el fortalecimiento estructural de la sanidad vegetal de la República Argentina, explicaron técnicos del organismo.
De esta forma la planificación fitosanitaria, como producto del esfuerzo compartido de todos los actores involucrados, “permitirá el desarrollo sustentable de los sistemas productivos de la agricultura nacional”.
Para la implementación del Programa, el SENASA firmará convenios de adhesión y cooperación con las autoridades de las provincias de Jujuy, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Buenos Aires, Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta y Tucumán.
Debido a la vasta dispersión sectorial de la producción del país y su gran diversidad, el SENASA definirá estrategias para un mejor aprovechamiento de la infraestructura y los recursos humanos y económicos existentes en las provincias, profundizando la relación coordinada con la red de instituciones públicas y privadas, los gobiernos provinciales, los organismos técnicos y organizaciones regionales, se indicó desde el PROSAVE.
Dicho programa forma parte de la política institucional y sanitaria del SENASA, destinada a reformular los procedimientos, la estructura y los objetivos del organismo, de cara a las nuevas formas y mecanismos planteados por la actual realidad global de la producción y el comercio agroalimentario nacional e internacional.