Argentina pretende concluir esta semana las negociaciones para la ampliación del Acuerdo de Complementación Económica (ACE) con México, por el que se liberará el comercio de 2.050 nuevos productos, pero supeditó el cierre de las tratativas a algunas concesiones de ese país. Funcionarios de los dos gobiernos iniciaron en la capital mejicana una nueva ronda de negociación de la ampliación del ACE, que comenzó hace más de un año. La idea es concluir con las tratativas, aunque falta definir la inclusión en la lista de liberalización de artículos de informática y televisores por pedido de México, y de algunos agroalimentos según la pretensión argentina, así como las reglamentaciones de origen.
“La expectativa es que podamos resolver los aspectos que quedan pendientes para tener un resultado equilibrado, avanzar en las negociaciones e incluso cerrarlas”, sostuvo desde México el subsecretario de Integración Americana y Mercosur de la Cancillería, Eduardo Sigal, quien encabeza la delegación argentina.
El cierre de la negociación “dependerá de ellos, ya que el margen de movimiento en lo que estamos en condiciones de conceder nosotros es suficiente” para las aspiraciones mejicanas, señaló el funcionario.
Sigal se refirió así al pedido de Argentina de que México incluya en la ampliación del ACE algunas posiciones arancelarias de agroalimentos, un sector sensible para los mejicanos que tienen subsidiada su agricultura, principal barrera por la que ambos países nunca pudieron acordar el libre comercio.
Productos con trabas
Argentina pretende que los mejicanos cedan con el comercio de carnes o pollo, lo que tiene pocas probabilidades, ya que estos productos tienen un nivel alto de protección.
En cambio, los negociadores argentinos tienen expectativas en que su contraparte acepte la incorporación a la lista de algunos agroalimentos que México importe de otros mercados.
Del otro lado de la mesa, el gobierno mejicano solicitó la desgravación de algunos artículos informáticos, y de televisores de pantalla plana, artículos electrodomésticos, de la línea blanca y confección de textiles, ya que están incluidos en la negociación los hilados.
“Hay productos en los que no estamos en condiciones” de ceder, señaló Sigal, pero de todas formas agregó: “Nuestro margen de flexibilidad es bueno”.
Por el lado mejicano, la ronda de negociaciones es encabezada por la jefa de la Unidad de Negociaciones, Luz María De la Mora.
La ampliación del ACE, el acuerdo de preferencias que tienen Argentina y México, incluye hasta el momento productos industriales para ser comercializados sin arancel, principalmente de los sectores químicos; textiles (hilados y telas pero no confecciones); aparatos mecánicos; máquinas y herramientas; manufacturas de plástico; caucho, en especial neumáticos; metales y productos eléctricos.
Estos rubros suman 2.050 nuevos productos a los cerca de 2000 con los que ya contaba el ACE, y con esto, la liberalización del comercio bilateral alcanzará al 70 por ciento del universo del intercambio.
Con la ampliación del acuerdo, la Argentina tendrá acceso sin restricción tarifaria a un mercado con un nivel arancelario más alto que el que se aplica en el país, con nuevos productos que tuvieron un monto de exportación promedio aproximado, entre 1998 y 2004, de 100 millones de dólares.