La industria local del calzado planea producir este año más de 73 millones de pares de zapatos, zapatillas y ojotas, un 12 por ciento por encima de 2005, y espera exportar más de dos millones de pares, luego de haber frenado la importación masiva de calzado brasileño, contra la cual el gobierno impuso el año pasado una serie de restricciones. "Los brasileños no son más competitivos que nosotros, lo que pasa es que tienen subsidios por hasta el 42 por ciento del precio del par. Teniendo la materia prima, la calidad y el diseño, el futuro nuestro es la exportación", dijo el presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), Alberto Sellaro, al margen de la exposición EFICA 73.
Para el directivo, las ventas al exterior son la mejor manera de incrementar el valor de la producción local, luego de haber limitado el ingreso de calzado brasileño a través de las licencias no automáticas impuestas a mediados del año pasado por la Secretaría de Industria, como mecanismo burocrático para evitar una avalancha de importaciones.
El sistema - que Argentina adoptó unilateralmente luego de que fracasaran los intentos para establecer un límite voluntario- sirvió para reducir las compras a Brasil de 15,7 millones de pares en 2004 a 13,6 millones en 2005, según las cifras de la CIC.
"Estamos contentos con las licencias no automáticas, y por eso el sector está invirtiendo mucho. Ellos están enojados porque Brasil es un país exportador de este tipo de productos, pero eso lo logra gracias a los subsidios que percibe", enfatizó Sellaro.
Lo cierto es que una vez superado el conflicto con Brasil por el mercado interno argentino, las fábricas locales de calzado salieron tímidamente a conquistar nuevos mercados, y esperan mantener esa tendencia durante 2006, algo inédito para los últimos quince años.
Las exportaciones totales del sector ascendieron el año pasado a dos millones de pares, de los cuales el 30 por ciento se despachó hacia Chile y el resto a países como España, Portugal y Estados Unidos de América, mientras que la producción alcanzó los 67 millones de pares, muy por encima del promedio de la década pasada pero aún por debajo de los 90 millones de pares anuales de fines de los ochenta.
"Nosotros estamos vendiendo acá a 17 dólares estadounidenses un zapato que se vende sin problemas a 80 euros en Europa. En España o Italia hubo tanta importación china que hasta los propios fabricantes de allá se mudaron a China, y por eso nosotros tenemos margen para competir", explicó Sellaro.
Claro que esa ventaja competitiva, que ya aprovechan compañías como Talpini, Maggio y Rosetto, Franco Passotti o Tossone, depende en gran medida de que se mantenga el tipo de cambio actual, con un dólar por encima de los tres pesos.
La idea de los fabricantes es reducir paulatinamente la venta de materias primas o calzado sin marca para empezar a exportar productos con más valor: "Yo tengo un exportador que me compra a mí un modelo por 50 pesos el par y después lo vende a 27 euros al mayorista europeo, que le remarca otro 100 por ciento antes de llegar al comercio", graficó el empresario.
Según los fabricantes, un eventual incremento de las exportaciones no derivará en subas de precios en el mercado interno, ya que las inversiones en curso alcanzarán para abastecer la demanda local.
"Nosotros tenemos un compromiso con el Gobierno de no aumentar los precios fuera de nuestros costos. Esta temporada hicimos un pequeño retoque del 6 ó 7 por ciento pero desde 2002 el calzado aumentó el 47 por ciento, mucho menos que el promedio de los demás productos", se defendió Sellaro.
El único frente de tormenta que ven para este año los industriales del rubro es el de la Organización Mundial de Comercio (OMC), donde los países avanzados pretenden forzar una reducción de los aranceles industriales a cambio de algunas concesiones en materia agrícola.
El secretario de la CIC, Horacio Moschetto, que viajó a Hong Kong para la última cumbre de la OMC, dijo que "los negociadores argentinos entienden la problemática de los sectores sensibles, pero si prosperara alguna de las propuestas de apertura que hubo el mes pasado no podríamos soportarla".